La llegada del otoño marca el inicio de la temporada de gripe, un virus que, aunque común, puede tener consecuencias graves para ciertos grupos de población. El ministerio de sanidad ha establecido recomendaciones de una vacuna antigripal en España, particularmente enfocadas en aquellos que tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones severas si contrajeran la gripe.
Esta vacuna antigripal es especialmente crucial en la actualidad, considerando la coexistencia de la gripe y la COVID-19, lo que ha sometido a los sistemas de salud a una prueba significativa. Desde la temporada 2021-2022, la vacunación antigripal ha coincidido con la de COVID-19, un hecho que subraya la necesidad de una estrategia integral de salud pública. La prioridad es reducir la morbimortalidad asociada a estas enfermedades, así como limitar su impacto en la atención sanitaria.
GRUPOS DE POBLACIÓN VULNERABLE QUE MÁS NECESITA LA VACUNA ANTIGRIPAL
Para la temporada 2024-2025, la vacunación antigripal es especialmente recomendada para varias categorías de personas. Primero, aquellas que son mayores de 60 años representan un grupo de alto riesgo, pues el sistema inmunológico tiende a debilitarse con la edad. En segundo lugar, las personas que residen en centros de discapacidad o en instituciones cerradas, como residencias de mayores, se ven igualmente expuestas a un mayor contagio y complicaciones.
Otro grupo esencial son aquellos a partir de 12 años con condiciones de salud crónicas como diabetes, obesidad mórbida, enfermedades respiratorias o cardiovasculares, y trastornos neurológicos. Estas condiciones predisponen a las personas a desarrollar síntomas más graves si se contagian de gripe. Adicionalmente, las mujeres embarazadas y las que estén en periodo de puerperio también están incluidas en este grupo de alta prioridad.
LA IMPORTANCIA DE LA VACUNA ANTIGRIPAL
La efectividad de la vacunación antigripal depende en gran medida de la cobertura vacunal en la población diana. Las tasas de vacunación elevadas en estos grupos vulnerables son fundamentales para crear una barrera comunitaria que limite la propagación del virus. Además, la vacunación ayuda a prevenir la transmisión a otras personas, especialmente aquellas que son inmunodeprimidas y que corren un riesgo aún mayor de complicaciones graves.
La decisión de vacunarse debe ser basada en el conocimiento y entendimiento de los beneficios que aporta, así como de la urgencia ante la amenaza persistente de la gripe y la COVID-19. Realizar esfuerzos conjuntos para aumentar la aceptación de la vacuna es esencial, lo que incluye el fomento de campañas informativas y la eliminación de mitos que rodean la vacunación.
La importancia de la vacuna antigripal no puede ser subestimada, sobre todo para aquellos que pertenecen a grupos de riesgo. La temporada 2024-2025 ofrece una nueva oportunidad para proteger la salud de millones de personas. La vacunación no es solo un acto de cuidado personal, sino una responsabilidad social que puede salvar vidas.
