El sistema de pensiones en España atraviesa un momento crítico, amenazado por la inminente jubilación de la generación del baby boom. La creciente brecha entre la población activa y los beneficiarios de pensiones pone en riesgo su sostenibilidad.
Ante esta situación, el Gobierno ha introducido una nueva medida para reforzar el sistema: una ‘cuota de solidaridad’ para los salarios más altos, destinada a compensar el impacto financiero que supondrá esta oleada de jubilaciones. Esta iniciativa busca asegurar el futuro de las pensiones públicas en un contexto demográfico desafiante.
1LA AMENAZA DEMOGRÁFICA QUE PONE EN PELIGRO LAS PENSIONES
El envejecimiento de la población es una realidad innegable en España, reflejada en un número creciente de jubilados frente a una disminución de trabajadores activos. Este desequilibrio demográfico ejerce una presión considerable sobre el sistema de pensiones.
La generación del baby boom, nacida entre 1957 y 1977, está alcanzando la edad de jubilación en masa. Este hecho incrementa notablemente el número de pensionistas y, por ende, las obligaciones financieras del Estado.
Por otro lado, factores como la baja natalidad y la emigración juvenil, reducen la base de cotizantes que sostienen el sistema. Esta combinación de elementos plantea un desafío sin precedentes para la viabilidad de las pensiones públicas.
