Cuando un familiar directo muere, lo primero que le preguntan a los abogados especializados en herencias es qué pasa con las deudas si el fallecido no tiene herencia. Para responder a esta pregunta, se deben explicar algunas cuestiones sobre sucesiones, así que quienes están pensando aceptar una herencia, el post a continuación le servirá para tomar una decisión informada.
Lo que se hereda: patrimonio vs. obligaciones
Cuando hay un testamento, la masa hereditaria se transmite a sus herederos como ha designado el fallecido. Por lo tanto, cada persona decidirá si acepta o no el derecho que se le ha otorgado.
Es importante señalar que dos tercios de la herencia debe asignarlos a sus herederos forzosos, a saber, hijos, padres, cónyuge, y en caso de no haber ninguno, a familiares ascendientes. La única forma que un heredero forzoso no reciba la herencia en testamento, es que haya una causa legalmente tipificada.
El otro tercio de la herencia, el causante, lo tendrá a libre disposición para otorgar a cualquier persona. Si le sobrevive el cónyuge, este tendrá derecho a usufructo vitalicio que será tomado de esta parte de la herencia.
Ahora bien, haya o no testamento, los herederos tendrán el derecho de aceptar o renunciar a la herencia. Esto ocurre cuando la herencia no solo tiene patrimonio sino también obligaciones. Y es que, cuando se acepta una herencia, esto incluye tanto activos como pasivos. Esto quiere decir que no podrán aceptar solo el patrimonio, sino que deberán también cumplir con las obligaciones que el causante tenía antes de fallecer.
Los herederos tendrán dos opciones, renunciar a la herencia si no están seguros de que será en beneficio para ellos o bien, aceptarla a beneficio de inventario. Esto es bastante común cuando se cree que los bienes personales se verán afectados por las obligaciones del fallecido.
¿Qué pasa con las deudas cuando no hay herencia?
Si no hay patrimonio a repartir, ¿Qué pasa con las deudas? También es importante analizar esta cuestión, pues los acreedores pudieran pensar que una vez fallecido el deudor, los herederos forzosos tendrán que asumir las obligaciones. Sin embargo, esto no es así.
En caso de que no haya herencia que repartir, los herederos tendrán el derecho de aceptar o renunciar a la obligación de liquidar todos los compromisos financieros del causante. La razón es que las deudas se pagan con el patrimonio del fallecido, y si no hay activos, entonces las deudas se quedan sin pagar.
Vale acotar entonces que lo que se hereda es la obligación, más no las deudas, por lo que el heredero tendrá el derecho de aceptar o no. Así que, es común que las deudas queden impagadas si el causante no dejó patrimonio de donde asumir la obligación. No obstante, si la deuda es compartida, la responsabilidad le quedará a la otra parte.
Para tomar la decisión de si se quiere aceptar o no una herencia, es necesario pedir la asesoría de un abogado especializado en herencia. El profesional no solo ofrece la ayuda para determinar si es acertado recibir la herencia, también es el experto adecuado para iniciar procedimientos judiciales sucesorios.
