Si hablamos de turismo, y ubicado en el corazón del Maestrazgo turolense, Cantavieja es un pueblo que enamora a todo aquel que lo visita. Situado en una meseta a más de 1.300 metros de altitud, ofrece unas vistas panorámicas impresionantes que lo convierten en un destino único. Su riqueza histórica y cultural es palpable en cada rincón de sus calles empedradas.
El legado histórico de Cantavieja es vasto y variado, desde su origen como asentamiento íbero hasta su importancia durante las guerras carlistas. Este pasado se refleja en monumentos como la Iglesia de la Asunción y el Castillo Templario, que custodian siglos de historia y leyendas.
La arquitectura tradicional de sus casas y edificios públicos, junto con el entorno natural que lo rodea, hacen de Cantavieja un lugar idílico para los amantes de la historia y la naturaleza. Pasear por sus calles es viajar en el tiempo y sumergirse en la esencia más pura de la España rural.
1UN VIAJE A TRAVÉS DE LA HISTORIA DE CANTAVIEJA
Cantavieja ha sido testigo de innumerables acontecimientos históricos, siendo un enclave estratégico desde tiempos remotos. Su posición geográfica la convirtió en una fortaleza natural, aprovechada por diferentes civilizaciones a lo largo de los siglos.
Durante la época medieval, la Orden del Temple estableció aquí una de sus sedes más importantes. El Castillo de Cantavieja es muestra de ello, y aunque hoy quedan solo algunos restos, es posible imaginar su grandiosidad en el pasado.
En las Guerras Carlistas, Cantavieja tuvo un papel destacado, siendo la capital del carlismo en el Maestrazgo. Este hecho histórico ha dejado una profunda huella en la identidad del pueblo y es motivo de orgullo para sus habitantes.