Se trata de un derrotero inesperado que Pedro Sánchez anunció en la XXI Conferencia de Presidentes que tuvo lugar el pasado viernes. Allí, en el monasterio de Yuso (La Rioja), el presidente del Gobierno anunció que él presidiría una nueva mesa que el Ejecutivo creará para repartir los millones que llegarán a España del fondo de rescate europeo. Así, esta anunciada Comisión Interministerial servirá para decidir cuánto dinero va a cada comunidad autónoma. Mesa que Sánchez liderará, lo cual ya ha generado ciertos resquemores.
Siendo conscientes de que Sánchez habrá de afrontar pronto el reto de aprobar unos nuevos Presupuestos Generales, algunos líderes autonómicos han mostrado su preocupación por la sospecha de que el líder del PSOE pudiera favorecer en el reparto a comunidades de las que depende para su aprobación, como Esquerra Republicana o el Partido Nacionalista Vasco.
No ayudó a disipar estas sospechas que el Gobierno pactase a última hora con Íñigo Urkullu, presidente del País Vasco, un déficit provisional del 2,6 por ciento para su región. Esto a cambio de contar con su presencia en la reunión de Yuso. Este lunes, Urkullu se ha defendido de las críticas a este trato, recordando la vigencia del Concierto Económico Vasco y asegurando que sin ese déficit, Euskadi se encontraría en «una complejísima situación económica». Asimismo, insiste en que «los responsables de financiar ese déficit seremos las instituciones vascas, la sociedad vasca».
En concreto, la decisión del Ejecutivo que ha producido cierto desconcierto ha sido la de vincular el reparto a proyectos que presenten las comunidades en lugar de a criterios como el número de población, tasa de envejecimiento o nivel de incidencia del coronavirus. Los diálogos entorno al reparto comenzarán en septiembre, mes en el que Sánchez ha convocado una conferencia sectorial que dirigirá la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
REPROCHES
Este hecho hizo protestar a mandatarios como el líder andaluz Juan Manuel Moreno, o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, quien aseveró: «No se puede pedir que unas comunidades tengan más independencia y, sin embargo, otras, menos autonomía». La presidenta ‘popular’ cargó así contra lo que denominó «déficit a la carta», mientras que el socialista García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, fue más lejos, expresando claras dudas sobre los planes de Sánchez frente al reparto. De esta forma, Page pidió que el reparto «no se decida por aritmética parlamentaria y que uno o dos diputados no decidan por el conjunto de España».
Así, el mandatario aseguró que las autonomías solo piden que se cumplan los mismos requisitos que se aplicaron en Europa al acordar el rescate de 140.000 millones de euros. Explicó que si «reclamamos a Europa que haya igualdad y justicia y que todo se guíe por el concepto de cohesión, pedimos lo mismo internamente«, recoge El Independiente.
¿SALVOCONDUCTO PARA LOGRAR LOS PRESUPUESTOS?
Por todo ello las autonomías esperan expectantes la reunión de esta Comisión Interministerial, con un Sánchez al frente que podría intentar mimar a Cataluña y País Vasco para asegurarse el sí de los seis diputados del PNV y de los trece de ERC, y sacar adelante unos Presupuestos especialmente importantes dado el reto de reconstruir económicamente al país.
El líder valenciano, el socialista Ximo Puig, avisó: «España ha pedido en Europa equidad y convergencia, que se tratara mejor a aquellos territorios con peor situación y eso hay que trasladarlo al ámbito español desde proyectos potentes, pero es fundamental que se tenga en cuenta la realidad de partida de cada Comunidad«. Fernando López Miras, presidente murciano, explica por su parte que no solo teme un reparto sesgado de este fondo, sino que ya le pareció arbitraria la división de los 16.000 millones del fondo Covid de Sánchez en junio. «No se ha tratado igual a todos los españoles», dijo en relación a esa partida.