La almohada no va en la cabeza, te mostramos cómo conseguir un descanso perfecto

Un buen descanso es fundamental para mantener la salud física y mental. Sabemos que una de las claves para un sueño reparador radica en cómo dormimos y, en particular, en la correcta colocación de la almohada. Demasiado a menudo, se asocia el uso de la almohada solamente con el apoyo de la cabeza, ignorando la importancia que tiene en la alineación del resto de nuestro cuerpo.

La postura correcta para dormir es de lado, preferiblemente hacia el lado izquierdo, aunque también se recomienda dormir boca arriba. Sin embargo, es esencial saber cómo colocar la almohada adecuadamente en cada una de estas posiciones para evitar dolores y mejorar la calidad del sueño. La incorrecta alineación de la cabeza y el cuello puede contribuir a la aparición de molestias cervicales y lumbares.

DORMIR BOCA ARRIBA: CÓMO COLOCAR LA ALMOHADA

Dormir boca arriba: cómo colocar la almohada

Aunque muchas personas creen que basta con apoyar la cabeza en cualquier soporte, la realidad es que para obtener un descanso de calidad es necesario brindar soporte no solo a la cabeza, sino también a la parte alta de la espalda. Al adoptar esta postura, el cuello debe mantenerse en una posición neutral, lo que permite que los músculos y articulaciones se relajan adecuadamente.

Además, para quienes duermen boca arriba, es recomendable agregar una almohada debajo de las rodillas. Este pequeño cambio ayudará a mantener la curva natural de la espalda lumbar y proporcionará un soporte adicional. Para lograr esto, se puede usar una almohada cilíndrica o incluso enrollar una pequeña toalla. Este sencillo truco no solo mejora la postura mientras dormimos, sino que también contribuye a reducir las tensiones en la zona lumbar.

IMPORTANCIA DE ELEGIR EL SOPORTE ADECUADO

Importancia de elegir el soporte adecuado

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) destaca que dormir sin soporte no es recomendable, ya que puede llevar a adoptar posturas incómodas, como dormir boca abajo, lo cual genera tensiones cervicales y dificultades para respirar. Para evitar estos problemas, encontrar una almohada que se adapte a nuestra forma de dormir es crucial. La OCU sugiere:

  • Baja (10 cm): Ideal para quienes duermen boca abajo.
  • Mediana (12-13 cm): Recomendable para dormir sobre la espalda, debe ser más baja que los hombros y tener una dureza media.
  • Medio-alta (15 cm): Adecuada para quienes duermen de lado, asegurando que cabeza y cuello permanezcan alineados con la columna.

Optimizar la calidad de nuestro sueño es esencial para mejorar nuestra salud y bienestar general. La postura al dormir y la correcta colocación de la almohada son aspectos clave que a menudo pasamos por alto. Al aprender a utilizar la almohada de manera efectiva y al elegir la que mejor se adapte a nuestro estilo de sueño, podemos prevenir dolores y mejorar considerablemente la calidad de nuestro descanso.