La etapa de Rocío Monasterio en Vox ha llegado a su fin. La «limpieza étnica» llevada a cabo por Abascal al frente de Vox se ha llevado al último peso pesado de los que iniciaron la trayectoria hacia el éxito del partido. Fuentes cercanas a la formación han comentado que sus flirteos con Alvise Pérez, la incapacidad de ser bisagra en la Asamblea de Madrid y su fuerza y figura política devorada por Isabel Díaz Ayuso han acabado con la trayectoria política de Monasterio.
Aunque no se esperaba su caída tan pronto, los acontecimientos se han precipitado en el partido verde. El pasado miércoles desde Vox Madrid se anunciaba a José Antonio Fúster como nuevo líder de la formación en Madrid, sustituyendo a Rocío Monasterio. Pocas horas después la política de origen cubano renunciaba a su acta sin ni siquiera aceptar la oferta que desde su partido la han realizado: seguir como diputada regional y portavoz en la Asamblea de Madrid.
SALIDA DE LA ÚLTIMA GRAN PIONERA DEL VOX DE LOS 52 DIPUTADOS DEL CONGRESO
Una salida que era esperada, pero que no ha dejado de sorprender debido al peso que tuvo Monasterio en el auge de la formación. Ella fue una de las caras visible en aquel 2019 cuando el partido que dirige Abascal llegó a los 52 escaños en el Congreso. La salida de Monasterio del partido y de la Asamblea ha sido bastante incómoda para la formación. La ex portavoz madrileña se ha despedido en un tono jocoso e irónico contra el presidente de la formación y el secretario de la misma, Santiago Abascal e Ignacio Garriga, respectivamente.
«se ha despedido de su cargo a una persona elegida por todos los afiliados»
Monasterio en su rueda de prensa celebrada el jueves para anunciar su despedida de la Asamblea de Madrid señaló que «se ha despedido de su cargo a una persona elegida por todos los afiliados». «Me voy de un partido que nació para defender la democracia desde su democracia interna», remarcó en este sentido Monasterio.
«A los que han tomado esta decisión, es decir, el presidente y el secretario general del partido hay que recordarlos que la agrupación madrileña es la más numerosa dentro de Vox, y con está decisión se obvia la opinión de una de las militancias más importantes de Vox», agregó en un tono duro Monasterio. La exportavoz también señaló que «no tenía sentido seguir con su acta después de esta decisión que vulneraba la democracia de la militancia».
En este último sentido, Monasterio fue bastante clara remarcando que «entregaba el acta en un acto de coherencia puesto que para ella la política era un servicio a la ciudadanía y no a los partidos, ni a los particulares». Entre medias de su discurso también tuvo tiempo para remarcar que ella es una mujer independiente y que volvería a su anterior trabajo como arquitecta. «Seguro que en mi trabajo haré más casas que la señora Ayuso en estos últimos cuatro años», lazó como última puya a la que ha sido su gran rival en la Asamblea.
Los encontronazos entre ambas han acabado por fortalecer a la actual presidenta de Madrid que ha logrado la mayoría absoluta en las dos últimas elecciones sin necesidad de pactar con Vox. Algo que debilitó la postura de Monasterio en el partido. A nadie se le escapa que los grandes enfrentamientos de Ayuso en la Asamblea han sido contra la exportavoz de Vox, especialmente en materia de vivienda y de migración.
En esos términos Ayuso se ha impuesto a la ya ex del partido verde, aunando a la derecha bajo el abrigo popular siendo Monasterio otra víctima de la larga lista de Ayuso. Casado, Pablo Iglesias, Mónica García y en un futuro no muy lejano Lobato, según rumores de la militancia del PSOE, ya probaron o probarán la medicina de Ayuso a sus rivales.
A estas circunstancias hay que sumar sus «flirteos» políticos y los de su marido con Alvise Pérez, según fuentes cercanas a Vox en Madrid. La pareja siempre ha visto con buenos ojos la irrupción del nuevo eurodiputado en la política. Pérez es uno de los nuevos competidores del espacio político de la formación que preside a Abascal, una circunstancia que no gustó a la dirección del partido. «Era un verso libre dentro de Vox, su caída y salida era cuestión de tiempo», afirman estas mismas fuentes.
JOSÉ ANTONIO FÚSTER SERÁ SU SUSTITUTO
En un comunicado, la formación de Santiago Abascal señaló que Fúster compatibilizará su nuevo cargo con el de portavoz nacional de Vox, que ostenta desde marzo de este año. Según Vox, ha aceptado el encargo de la Ejecutiva «consciente del reto y con el compromiso de servicio permanente a a los cargos, afiliados y simpatizantes de Vox».
El nuevo portavoz de Vox en Madrid señaló a Moncloa.com de forma lacónica que «mi único objetivo es honrar la herencia que recibo de Rocío. A partir de ahí, hacer equipo y trabajar siempre al servicio y no al mando». La purga parece haber finalizado en Vox.
