Desde la Unión de Militares de Tropa (UMT) han traslado al Ministerio de Defensa, que preside Margarita Robles, su malestar sobre la decisión del Mando del Ejército de Tierra que afecta al personal de tropa del ciclo 2013/3 que se han visto obligado a comisionar tras cumplir el periodo máximo de permanencia en sus destinos.
Para la UMT esta medida es «fruto de una gestión ineficaz de la política de personal, agrava aún más la precariedad de las condiciones laborales de los miembros de la Escala de Tropa».
Desde la UMT señalan que «si las retribuciones militares están desfasadas, la de estos soldados más aún, pues son el primer peldaño de la pirámide de las Fuerzas Armadas, con un salario básico considerablemente bajo, y que han visto incrementadas sus preocupaciones y sus problemas al ser comisionados de manera forzosa, injustificada y arbitraria, en las mismas unidades en las que han sido cesados, una decisión que, además, conlleva la pérdida de importantes complementos salariales, como el complemento de destino y el CDE (Complemento de Dedicación Especial)».
«Esta situación no solo representa una pérdida económica significativa para el personal afectado, sino que también pone en evidencia la creciente precariedad salarial de aquellos que sirven a las Fuerzas Armadas», denuncian.
CRÍTICAS A MARGARITA ROBLES
«Una vez más, la gestión de los recursos humanos dentro de las Fuerzas Armadas queda en entredicho. Pese a las reiteradas afirmaciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre la importancia del capital humano, primer valor de nuestras Fuerzas Armadas, las decisiones recientes demuestran lo contrario, afectando negativamente a los miembros más vulnerables de nuestras fuerzas, los soldados y marineros.
No podemos seguir permitiendo que la tropa y marinería sea utilizada como banco de pruebas para políticas de personal desfasadas y mal gestionadas, especialmente en un contexto en el que los salarios ya resultan insuficientes para hacer frente a las demandas económicas diarias», asevera la UMT.
Así las cosas, la asociación insta al Ministerio de Defensa a revisar de inmediato esta medida y a tomar acciones que protejan los derechos y las condiciones laborales del personal militar. Es imperativo garantizar un trato justo y digno para quienes dedican su vida al servicio de la nación, preservando su bienestar personal, familiar, profesional y económico.
PROFESIÓN DE RIESGO
Este no es el único motivo de fricción entre los militares y el ministerio. Hace tres semanas las asociaciones profesionales de militares Asfaspro, Aume y UMT solicitaron ante la ministra de Defensa, Margarita Robles, la urgente necesidad de poner fin a la discriminación del colectivo militar y de impulsar en el Parlamento la inclusión de los militares en el catálogo de profesiones de riesgo, como ya reconoce para bomberos y agentes forestales. Algo que ya se tramita también para policías y guardias civiles.
El pasado día 23 de julio el pleno del Congreso de los Diputados aprobó el proyecto de Ley básica de bomberos forestales y el proyecto de Ley básica de agentes forestales y medioambientales, incluyendo en ambos la aplicación de coeficientes reductores de la edad de jubilación para estos dos colectivos, que junto a Guardia Civil y Policía Nacional, verán como en este año 2024 se les reconocerá su labor diaria como profesión de riesgo, quedando de nuevo «los Militares relegados al olvido total por parte del Ejecutivo. Asfaspro, Aume y Umt no cuestionan el merecimiento de estos nuevos reconocimientos de coeficientes reductores a los bomberos y agentes forestales, pero no pueden aceptar ni comprender la nueva exclusión de los militares, entre cuyo personal se encuadran bomberos, policías, pilotos, marineros, etc», según una nota de todas las asociaciones.
Parece evidente que ser militar es una profesión de riesgo, pues sus trabajadores se enfrentan a los mismos o mayores riesgos que otras profesiones ya reconocidas, con una importante siniestralidad desgraciadamente demostrable con un fallecido en acto de servicio cada 22 días.
Según los datos facilitados por e ministerio de Defensa, a través del Portal de Transparencia a las asociaciones profesionales, en 2023 cada 22 días murió un militar en acto de servicio, cada 2 días hubo un militar herido o accidentado, cada 9 días un militar se retiró como consecuencia de un accidente del servicio y cada 3 días, un militar fue declarado apto para el servicio «con limitaciones», tras sufrir un accidente de trabajo.