Podemos se está vengando de los desplantes que sufrió por parte de Yolanda Díaz cuando comenzaba a fraguarse Sumar mediante un proceso de «escucha activa». La vicepresidenta del Gobierno dejó fuera a los morados de un acto en Valencia de un acto celebrado en noviembre de 2022.
Hubo protestas por la marginación, pero el fracaso de Unidas Podemos en las autonómicas y municipales de mayo de 2023 conllevó que los de Ione Belarra acabaran sumándose con los pies arrastras a Sumar en las generales de verano del pasado año, pese a sufrir el veto a Irene Montero.
Sumar dejó fuera del Gobierno a Podemos, que se independizó en el grupo mixto y en los últimos meses ha ido ganando fuerza gracias a su moderado éxito en las europeas (que contrastó con el fracaso del ‘yolandismo’).
PREOCUPACIÓN
La nueva dirección de Izquierda Unida liderada por Antonio Maíllo ve con preocupación el desplome en todas las encuestas de Sumar, que según algunos sondeos superaría por la mínima a Podemos.
Los morados, tal y como reconocen fuentes de la dirección a Moncloa.com, quieren continuar su camino en solitario y no rehacer las mismas alianzas que tantas heridas le provocaron. Sumar invoca ahora a la misma unidad de la izquierda que, según reconocen en los círculos más próximos al ‘yolandismo’, la vicepresidenta ha echado por tierra en los últimos 3 años.
PLANTÓN
La diputada de Podemos, María Teresa Pérez, no acudió finalmente a la mesa en la que estaba convocada para abordar la unidad de la izquierda. El PCE impulsó el debate con motivo de su Fiesta anual celebrada hace unos días en Rivas Vaciamadrid.
Podemos decidió no enviar a un sustituto, con lo cual evidenció su desinterés a intentar reconciliarse con los mismos que lo despreciaron.
FRENTE POPULAR
Pablo Iglesias lleva 2 años sin dirigirse la palabra con Enrique Santiago, con el que el fundador de Podemos gozó de gran sintonía en el periodo que va entre 2019 y 2021. El secretario general del PCE decepcionó al exvicepresidente con su acercamiento a Yolanda Díaz, pero ahora Santiago solicita a conformación de un ‘Frente amplio’ que siga el camino de Unidas Podemos y Sumar.
Este último proyecto, muy criticado en amplios sectores del propio PCE, es «la mayor coalición de fuerzas de izquierdas fraguada durante la democracia, que por primera vez ha aglutinado a fuerzas políticas de izquierdas de ámbito estatal, de nacionalidad y autonómicas», añade.
El dirigente comunista dice que su centenaria formación quiere «poner en marcha el Frente Amplio que defienda la democracia social y económica, y la expansión de las libertades públicas. No tenemos todo el tiempo del mundo para poner en marcha el Frente Amplio. Es urgente superar los problemas que arrastra la convergencia de las fuerzas de izquierda. El PCE trabaja junto a Izquierda Unida para dar mayor cohesión a la izquierda plurinacional».
Santiago habla de la «obligación de impulsar nuestro programa estratégico de construcción de una sociedad socialista, y sacar adelante nuestro programa de ampliación de derechos económicos, sociales, civiles y políticos, que mejore las condiciones de vida de la clase trabajadora, y que recupere las libertades públicas recortadas por anteriores gobiernos de la derecha».
El diputado de Sumar se mostró preocupado por «la división en la izquierda alternativa y transformadora en Europa, en un momento en el que más fortaleza, claridad estratégica y unidad debíamos estar mostrando».
La preocupación del PCE «es todavía mayor porque el origen de esa división se encuentra en la deriva de fuerzas políticas de izquierda que paulatinamente apoyan o son complacientes con la existencia de la OTAN y su política de extensión permanente hacia el este les impide frenar eficazmente al fascismo». Santiago dice que «la amenaza fascista solo será detenida por un movimiento obrero concienciado y organizado, necesariamente revolucionario. La conciencia de clase es nuestra más poderosa arma. Si somos capaces de transformarla en organización popular, el fascismo no pasará».