¿Sabías que existe un caldo vitamínico que puede potenciar el colágeno de tu piel? Se trata de una receta sencilla que puedes preparar en casa y con ingredientes naturales. Se trata del caldo de huesos, una receta milenaria que ha resurgido por las diversas propiedades que posee para la salud y el buen funcionamiento del organismo.
Este líquido dorado es una auténtica fuente de nutrientes y colágeno, los cuales son esenciales para mantener una piel radiante y saludable. Esta simple preparación es conocida por ser un concentrado de nutrientes muy potente que puede ayudar a mantener una vida saludable en diversos aspectos. Aquí te decimos cómo y por qué debes prepararlo.
¿Por qué preparar caldo de huesos?
Lo primero que debes saber es que el caldo de huesos es un líquido obtenido al hervir huesos de animales como el pollo, la ternera o el pescado, durante un largo periodo de tiempo. En este proceso, se liberan al caldo una gran cantidad de nutrientes. Entre estos destacan el colágeno, la glicina, la prolina y diversos minerales.
Entre algunos beneficios, podemos destacar una mayor elasticidad y firmeza en la piel, la reparación de ciertos tejidos, una mejor salud en las articulaciones de todo el cuerpo y la obtención de diversos nutrientes como el calcio, el magnesio y el fósforo.
Un gran aliado para la piel
El caldo de hueso puede traer grandes beneficios para la piel. Al incrementar la producción de colágeno, puede haber un efecto de relleno en las arrugas y líneas de expresión, de tal manera que mejora la elasticidad y la firmeza de la piel. Además, este alimento tiene un efecto hidratante de la piel desde dentro del organismo.
Por otro lado, las propiedades antiinflamatorias del caldo de hueso pueden ayudar a reducir el enrojecimiento de la piel. Igualmente, este alimento posee antioxidantes que ayudan a combatir a los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro.
¿Cómo preparar el caldo de huesos?
Para preparar el caldo de huesos solo necesitarás algunos ingredientes como huesos de pollo, ternera o pescado, verduras, vinagre de manzana, agua y especias. El paso a paso es muy sencillo y solo necesitarás un poco de paciencia. Primero, debes lavar muy bien los huesos y romperlos en trozos grandes si es necesario.
Asa los huesos en el horno a alta temperatura durante unos 30 minutos para caramelizarlos y liberar más sabor. Luego, coloca los huesos en una olla grande para luego agregar las verduras y el vinagre. Cubre los huesos y las verduras con agua fría. Cocina a fuego lento por al menos unas 12 horas.
Es momento de colar el caldo
Transcurrido este largo periodo de cocción, cuela el caldo para eliminar todos los sólidos y deja enfriar a temperatura ambiente. Luego, puedes almacenar el caldo en el refrigerador hasta por una semana o congelarlo para que dure mucho más tiempo.
Notarás que este caldo obtendrá una consistencia gelatinosa, la cual puedes derretir al calentarlo para añadirlo a otras recetas o tomarlo como una sopa.
¿Cómo consumir el caldo de huesos?
El caldo de hueso puede disfrutarse de diversas maneras. Por un lado, puedes calentarlo y tomarlo como una sopa reconfortante para iniciar el día o acompañado de cualquier tipo de comida. También hay quienes prefieren añadirlo a algún batido refrescante y frío.
Otra manera de aprovechar sus nutrientes y sabor es añadiéndolo a guisos, sopas o cualquier receta en la que pueda potenciar mucho más la sazón.
Algunos consejos que puedes seguir
Si quieres obtener el caldo de hueso de mejor calidad, es recomendable añadir huesos con cartílagos, como las patas de pollo o las orejas de cerdo, ya que es un excelente fuente de colágeno. Además, es importante utilizar una gran variedad de huesos para obtener un resultado mucho más nutritivo.
No debes olvidar añadir especias y hierbas, esto te ayudará a personalizar el sabor de tu preparación con aquellos sabores que son de tu preferencia. De esta manera, disfrutarás mucho más este delicioso alimento que mejorará tu salud.
