El huevo es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial y, por lo general, es un básico en nuestras cocinas. Sin embargo, hay ciertos detalles que debemos tener en cuenta al momento de utilizarlo. Uno de ellos es la presencia de motas o manchas en su interior. Este fenómeno no es algo que deba pasar desapercibido, pues según los expertos, las motas pueden indicar ciertos problemas que debemos abordar con rapidez.
La popularidad del huevo ha ido en aumento, especialmente en los últimos años, y ha dejado de ser visto como un alimento prohibido en algunas dietas. Hoy en día, es considerado una fuente importante de proteínas y nutrientes esenciales. Sin embargo, ante la creciente demanda de este alimento, es fundamental estar atentos a su calidad. Y es que esas pequeñas motas en su interior podrían ser un signo de advertencia.
¿Por qué aparecen motas en el huevo?
Las motas que encontramos en los huevos pueden tener diversas causas. Existen dos tipos principales de manchas: las de sangre y las de carne. Las manchas de sangre, según los expertos, son pequeñas hemorragias que ocurren durante el proceso de ovulación de la gallina. Aunque estas manchas pueden generar preocupación, en la mayoría de los casos, no representan un riesgo para la salud del consumidor.
Por otro lado, las manchas de carne son pequeños fragmentos de tejido que pueden provenir del oviducto de la gallina. Estas manchas, de aspecto oscuro o marrón, tampoco son peligrosas, aunque sí pueden ser indicativas de la calidad del huevo. En ambos casos, el huevo sigue siendo comestible, pero si las manchas son grandes o presentan un color muy pronunciado, puede ser mejor no consumirlo.
¿Qué hacer si encuentras motas?
Al abrir un huevo y encontrar motas, lo primero que se recomienda es observar su tamaño y color. Si son manchas pequeñas, el huevo puede ser consumido sin problemas. Sin embargo, si las manchas son grandes o de color rojo brillante, es recomendable descartarlo, ya que podría estar asociado con un deterioro en la calidad. Además, los expertos aconsejan siempre revisar el olor del huevo: si desprende un olor fuerte o desagradable, como azufre, es señal de que está en mal estado.
La correcta conservación del huevo es clave para prevenir problemas. Los expertos insisten en que deben mantenerse a una temperatura constante y almacenarse en el refrigerador. De esta forma, se puede prolongar su frescura y evitar la aparición de manchas que pueden alertar sobre su deterioro. Prestar atención a estos detalles garantizará que mantenga todas sus propiedades nutricionales sin poner en riesgo tu salud. Con estos consejos, no solo podrás disfrutar de un huevo de calidad, sino que también estarás protegiendo tu salud al estar atento a cualquier señal de advertencia que te dé este básico de la dieta diaria.