El presidente de Aragón llama a un pacto de Estado sobre inmigración y pide «responsabilidad»

La inmigración es uno de los temas más controvertidos y complejos a los que se enfrenta la sociedad española en la actualidad. Con diferentes posturas e intereses en juego, es fundamental que se aborde este asunto de manera responsable, alejada de la polarización y con el objetivo de encontrar soluciones efectivas que beneficien al conjunto de la población. En este sentido, la propuesta del presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, de alcanzar un pacto de Estado sobre inmigración merece ser analizada con detenimiento.

Azcón ha dejado claro que no hablará sobre este tema con «agresividad«, sino con «responsabilidad«. Esta postura refleja la necesidad de abordar la cuestión migratoria desde una perspectiva serena y constructiva, evitando discursos sensacionalistas o políticas de confrontación. El objetivo debe ser encontrar soluciones que protejan tanto los derechos de las personas migrantes como la seguridad y el bienestar de la sociedad en su conjunto.

LA IMPORTANCIA DE UN PACTO DE ESTADO SOBRE INMIGRACIÓN

La política de inmigración es una competencia exclusiva del Estado, tal y como ha señalado Azcón. Sin embargo, las comunidades autónomas desempeñan un papel fundamental en la gestión y atención a las personas migrantes que llegan a sus territorios. Por lo tanto, es esencial que exista una coordinación y un marco de colaboración entre las diferentes administraciones públicas para garantizar una respuesta coherente y efectiva.

Un pacto de Estado sobre inmigración permitiría establecer principios y objetivos comunes, así como definir estrategias y políticas que aborden de manera integral los retos y oportunidades que plantea la movilidad humana. Esto incluiría aspectos como la regulación de flujos, la integración de las personas migrantes, la lucha contra la inmigración irregular y la cooperación internacional.

Además, un acuerdo de esta naturaleza contribuiría a despolitizar el debate sobre la inmigración, evitando que se convierta en una herramienta de confrontación partidista. De esta manera, se podría generar un consenso y una visión compartida que trascienda los intereses de partidos o gobiernos concretos, garantizando una política de Estado a largo plazo.

RETOS Y OPORTUNIDADES DE LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA

La inmigración en España plantea diversos retos que deben ser abordados de manera integral y coordinada. Por un lado, es necesario regular y gestionar de forma efectiva los flujos migratorios, evitando la inmigración irregular y garantizando el respeto a los derechos de las personas migrantes. Esto implica reforzar los mecanismos de control y seguridad en las fronteras, así como agilizar los procesos de regularización y asilo.

Por otro lado, la integración de las personas migrantes en la sociedad española es fundamental para fomentar la cohesión social y aprovechar las oportunidades que ofrece la diversidad. Esto requiere políticas de inclusión en ámbitos como la educación, el empleo, la vivienda y los servicios públicos, así como la promoción de la interculturalidad y la lucha contra la discriminación.

Finalmente, la cooperación internacional en materia de migraciones es crucial para abordar las causas de los flujos migratorios y trabajar de forma conjunta en la gestión de los desplazamientos. Esto implica fortalecer los vínculos con los países de origen y tránsito, así como participar activamente en iniciativas y acuerdos a nivel global.

HACIA UNA POLÍTICA DE INMIGRACIÓN RESPONSABLE Y CONSENSUADA

En resumen, la propuesta de Jorge Azcón de alcanzar un pacto de Estado sobre inmigración es una iniciativa que merece ser considerada con detenimiento. La necesidad de abordar este tema de manera responsable, alejada de la polarización y orientada a la búsqueda de soluciones efectivas, es fundamental para garantizar una política de inmigración que responda a los intereses y necesidades de toda la sociedad española.

Un acuerdo de este tipo permitiría establecer principios y objetivos comunes, coordinar la actuación de las diferentes administraciones públicas y despolitizar el debate sobre la inmigración, generando un consenso a largo plazo. Asimismo, facilitaría abordar los retos y aprovechar las oportunidades que plantea la movilidad humana, regulando los flujos migratorios, integrando a las personas migrantes y cooperando a nivel internacional.

En definitiva, la propuesta de Jorge Azcón representa una oportunidad para avanzar hacia una política de inmigración más responsable, consensuada y efectiva, que beneficie al conjunto de la sociedad española.