Cocina bacaladillas fritas en tiempo récord con este truco infalible

Las bacaladillas fritas, una de las recetas más sencillas y tradicionales del repertorio culinario español, son un verdadero manjar cuando se preparan correctamente. Este pescado pequeño, de carne tierna y sabrosa, es perfecto para freír, ya que su textura absorbe los sabores del rebozado y los condimentos de manera exquisita. Acompañadas de limón y algunas hierbas, las bacaladillas se convierten en una opción fácil y rápida para disfrutar de un plato fresco y crujiente.

Aunque las bacaladillas fritas pueden parecer una receta simple, su preparación tiene ciertos trucos que marcan la diferencia. El tiempo adecuado de fritura, la correcta manipulación del pescado y el rebozado son aspectos clave para obtener un resultado dorado y crocante. Con estos consejos, cualquiera puede aprender a cocinar bacaladillas fritas en solo tres minutos.

Ingredientes y primeros pasos para hacer la receta

Ingredientes y primeros pasos para hacer la receta

Para preparar unas bacaladillas fritas perfectas, lo primero que necesitas son ingredientes frescos y de calidad. El pescado es la estrella del plato, por lo que es importante contar con bacaladillas frescas, calculando entre cuatro y seis por persona. Además, necesitarás harina para rebozar, sal al gusto, y aceite de oliva o girasol para freír. Si deseas añadir un toque extra de sabor, ajo y perejil picado pueden ser tus aliados, al igual que el limón para acompañar al servir.

El proceso comienza con la limpieza de las bacaladillas. Debes retirar las cabezas, las vísceras y, si lo prefieres, las espinas, aunque muchos optan por dejarlas debido a su tamaño diminuto. Después de lavarlas bajo agua fría, sécalas cuidadosamente con papel de cocina para asegurarte de que el rebozado se adhiera correctamente. En un plato hondo, coloca la harina y pasa cada bacaladilla por ella, asegurándote de que queden bien cubiertas.

El secreto de la fritura perfecta

El secreto de la fritura perfecta

Con las bacaladillas rebozadas, llega el momento de freírlas. Calienta una buena cantidad de aceite en una sartén grande o freidora, asegurándote de que el aceite esté bien caliente, pero sin llegar a humear. Este detalle es crucial para conseguir bacaladillas fritas, doradas y crujientes. Coloca las bacaladillas en la sartén, evitando que se amontonen, y fríelas durante unos dos o tres minutos por cada lado. El objetivo es que queden doradas y crujientes por fuera, pero jugosas por dentro.

Una vez fritas, retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Este paso es esencial para mantener la textura crujiente de las bacaladillas. Si te gusta el sabor del ajo y el perejil, espolvorea un poco sobre el pescado antes de servir. Para un toque final, añade unos gajos de limón, que aportarán un contraste refrescante a la fritura. Las bacaladillas fritas son una delicia que puedes disfrutar en cualquier ocasión. Ya sea como aperitivo o como plato principal, su sencillez y rapidez las convierten en una opción ganadora para sorprender a tus comensales en solo tres minutos.