El pulpo a la gallega, conocido también como «pulpo á feira», es un plato icónico de la gastronomía gallega que ha ganado popularidad en toda España y más allá de sus fronteras. Su sabor único y la textura suave del pulpo lo convierten en una delicia que, aunque parezca compleja de preparar, con algunos consejos sencillos se puede cocinar a la perfección. En este artículo, descubrirás cómo lograr un pulpo a la gallega en poco tiempo y con resultados de experto, garantizando una experiencia culinaria inolvidable.
Para cocinar pulpo a la gallega, no es necesario ser un chef profesional. Solo se requiere un buen pulpo de un kilogramo, cuatro patatas (preferiblemente de la variedad Kennebec), una cebolla pequeña, dos hojas de laurel, aceite de oliva virgen extra, pimentón y sal. Con estos ingredientes y siguiendo los pasos adecuados, podrás lograr un plato que hará las delicias de cualquier comensal.
El truco para ablandar el pulpo
Uno de los mayores desafíos al preparar pulpo a la gallega es conseguir que la carne quede tierna, y para ello existe un truco sencillo: golpear el pulpo antes de cocinarlo. Este paso es fundamental para romper las fibras y evitar que quede duro. Si el pulpo está fresco, este proceso es esencial; si es congelado, el hielo ya habrá hecho parte del trabajo, por lo que no es necesario.
Una vez preparado el pulpo, el proceso de cocción comienza en una cazuela grande con agua abundante, dos hojas de laurel y una cebolla pequeña. Cuando el agua empiece a hervir, el siguiente paso es «asustar» al pulpo: se sumerge en el agua hirviendo y se retira inmediatamente, repitiendo este proceso dos o tres veces antes de dejarlo sumergido definitivamente. Esto ayuda a que el pulpo conserve su forma y textura.
La cocción perfecta y el acompañamiento del pulpo a la gallega
El tiempo de cocción del pulpo a la gallega varía entre 30 y 40 minutos, dependiendo del tamaño. Durante este tiempo, es importante vigilar el punto de cocción, pinchando el pulpo ocasionalmente para comprobar si está tierno. Una vez cocido, se retira del agua y se deja reposar unos 8 minutos antes de cortarlo.
Para acompañar el pulpo a la gallega, las patatas son opcionales, pero muy recomendadas. Se cocinan en la misma agua que se usó para el pulpo durante unos 15 minutos. Esto permite que las patatas absorban parte del sabor y el color del pulpo, creando una combinación deliciosa. Tras cortar el pulpo en rodajas, se coloca sobre las patatas, y se adereza con sal gruesa, pimentón y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
El pulpo a la gallega, con su simplicidad y sabor inigualable, es una demostración de cómo un plato puede capturar la esencia de una región. Gallegos y aficionados a la cocina atlántica en todo el mundo han perfeccionado esta receta durante generaciones, pero ahora tú también puedes disfrutar de esta tradición culinaria en tu propia cocina.