La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha generado controversia al justificar la ausencia del rey Felipe VI en la investidura de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, el próximo 1 de octubre. Según Belarra, el monarca español «avergonzó a España» durante la toma de posesión del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y se ha convertido en «un problema» para las relaciones internacionales basadas «en el respeto» y «los Derechos Humanos».
Este nuevo foco de tensión diplomática surge a raíz de que el Gobierno de España haya tachado de «inaceptable» la no invitación al monarca español a la ceremonia de investidura de Sheinbaum. Como muestra de disconformidad, España ha decidido no enviar a ningún representante diplomático al evento.
El precedente de la toma de posesión de Petro y la «pausa» en las relaciones bilaterales
Las declaraciones de Belarra hacen referencia al incidente protagonizado por Felipe VI durante la investidura de Petro, donde el presidente colombiano exhibió la espada de Simón Bolívar. El monarca español permaneció sentado durante este acto simbólico, lo que generó malestar en el gobierno colombiano y en algunos sectores de la sociedad española.
Esta no es la primera vez que las relaciones bilaterales entre España y México se ven afectadas por tensiones diplomáticas. En 2022, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, decidió poner «en pausa» las relaciones con España al considerar que no existía «una actitud de respeto» por parte del gobierno español. López Obrador llegó a solicitar al Rey Felipe VI una disculpa por la Conquista española.
¿Es el Rey Felipe VI un obstáculo para las relaciones internacionales de España?
La controversia generada por la ausencia del monarca en la investidura de Sheinbaum pone de manifiesto la complejidad de las relaciones internacionales y el papel que juega la figura del Jefe del Estado en la diplomacia.
Por un lado, algunos consideran que la presencia del Rey en este tipo de actos protocolarios es fundamental para estrechar lazos con otros países y proyectar una imagen de unidad y fortaleza en el exterior.
Por otro lado, otros sectores argumentan que la figura del monarca puede ser percibida como un símbolo de un pasado colonial que aún genera tensiones con algunos países latinoamericanos. En este sentido, la ausencia del Rey en la investidura de Sheinbaum podría interpretarse como un gesto de respeto hacia la sensibilidad de México y una oportunidad para avanzar hacia una nueva etapa en las relaciones bilaterales.
