De todos los rincones del planeta existe un país en el que existen las leyes más excéntricas. Este país se llama Turkmenistán y está ubicado en Asia Central, limitando al norte con Kazajstán y Uzbekistán, al sureste con Afganistán, al sur con Irán y al oeste con el mar Caspio.
Turkmenistán tiene algunas reglamentaciones exóticas y un líder que muchos comparan con Kim Jong-un, presidente de Corea del Norte. Desde el año 2006 este sitio se convirtió en el espacio ideal para que el mandatario de turno pueda obligar a la población a rendir culto a su personalidad y modelar las ciudades a su gusto y capricho.
La historia de Turkmenistán, el país más misterioso del planeta
La historia de las leyes más inusuales en Turkmenistán comenzó en 2006 cuando asumió Saparmyrat Niyazov, quien decidió levantar un país en base a sus caprichos con edificios enormes y estatuas que hacen honor de su personalidad. Luego, siguió en el poder Gurbanguly Berdymukhamedov, quien también aplicó el mismo modo de gobernar que su colega y decidió instalar una estatua de 20 metros de altura hecha de pan de oro con él montando a caballo.
Tras finalizar su mandato en 2022, siguió en el poder su hijo Serdar Berdimuhamedow, que recibió el 73% de los votos en los comicios, elección que no fue comprobada por ningún organismo internacional. Sin embargo, este poderío dictatorial se instaló con fuerza en el sitio dando lugar a las leyes más excéntricas que se mantienen aún hoy y que pueden no ser comprendidas en otros lados del mundo.
Las leyes más excéntricas del país Turkmenistán
Una de las reglamentaciones más particulares de este país tiene que ver con el color de los autos. Aunque parezca algo curioso, en este sitio todos los coches debían ser de color blanco, para combinar con los edificios de mármol que abundan en la capital, Ashgabat. Sin embargo, esta ley fue derogada por el actual mandatario aunque muchos habitantes prefieren comprar sus vehículos de ese color por si el presidente elige cambiar.
Además de estas prohibiciones, Turkmenistán impide a sus habitantes varones lucir barba antes de los 40 años o conducir en un coche que no esté reluciente. En el pasado, el ballet y tener perros también estuvieron prohibidos aunque se desconoce por qué eligieron este tipo de reglas para controlar a la población. A pesar de estas curiosas y polémicas leyes, este sitio también se destaca en el mundo por ingresar varias veces a los récords Guinness. La capital Ashgabat es la ciudad con más récords mundiales, desde edificios hasta monumentos.
