Fernández (PP) afirma que Cataluña seguirá el modelo de Euskadi para «sacar a España» y avanzar hacia la independencia

La España contemporánea se enfrenta a un desafío sin precedentes: el auge del nacionalismo en algunas de sus regiones más influyentes. Cataluña y el País Vasco, dos comunidades autónomas con una fuerte identidad regional, han sido testigo de una creciente tensión entre sus aspiraciones de autonomía y la preservación de la unidad nacional española.

En este contexto, el liderazgo político ha desempeñado un papel crucial en la evolución de este conflicto. Alejandro Fernández, presidente del Partido Popular (PP) en Cataluña, y Javier De Andrés, presidente del PP en el País Vasco, han advertido sobre los peligros que acechan a la estabilidad de España. Según sus declaraciones, el nacionalismo en ambas regiones comparte un «afán por la fractura» con el resto del país, lo que podría conducir a un escenario de autodeterminación y desintegración nacional.

El Nacionalismo Catalán y Vasco: Una «Operación Política Grave»

Fernández ha sido enfático en su crítica al presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, a quien ha acusado de tener una agenda y plan de gobierno nacionalista. Según el dirigente popular, Illa es «el yerno ideal» que, detrás de una fachada amable, «te la mete» con su política separatista.

Asimismo, Fernández ha denunciado una «operación política muy grave» en España que pretende «liquidar la Constitución» y convertir al país en una «confederación asimétrica plurinacional«, lo que sería «la antesala para la autodeterminación«. En su opinión, esta estrategia abre la puerta a una España en la que «ya no hay un proyecto compartido, sino la lucha feroz entre comunidades autónomas«.

El Espejismo del «Más Autogobierno, Más Bienestar»

Por su parte, Javier De Andrés ha cuestionado el «mantra de los nacionalistas» que vincula el autogobierno con el bienestar. Según el dirigente del PP vasco, los nacionalistas «han demostrado que más autogobierno no es más bienestar«, ya que el País Vasco «es de las comunidades autónomas que más han perdido en estos 40 años de ejercicio del autogobierno«.

De Andrés ha señalado que el nacionalismo en Cataluña y el País Vasco comparte un «afán por la fractura«, pues «lo que han pretendido siempre es una fractura con el resto de España, diferenciarse, segmentarse«. Esto, a su juicio, ha llevado a que el País Vasco, «que era la comunidad autónoma que por autonomasia se consideraba la de los trabajadores en España, hoy sea la que tiene más conflictividad laboral y más absentismo laboral«.

En resumen, tanto Alejandro Fernández como Javier De Andrés coinciden en su preocupación por el nacionalismo catalán y vasco, que consideran una amenaza a la unidad y estabilidad de España. Según sus análisis, estos movimientos políticos buscan fracturar el país, debilitar la Constitución y abrir la puerta a la autodeterminación, lo que podría desembocar en un escenario de desintegración nacional.

Ante este panorama, los dirigentes del Partido Popular en Cataluña y el País Vasco han hecho un llamado a corregir el «modelo al que nos ha conducido el nacionalismo«, apostando por una «sociedad abierta» que preserve la unidad y el bienestar de todos los españoles.