sábado, 21 septiembre 2024

La CUP busca conquistar las instituciones en su nuevo impulso hacia la independencia

La CUP, como grupo motor del proceso de refundación conocido como «Procés de Garbí», ha dejado claro su firme intención de ocupar los máximos espacios en las instituciones existentes. Este movimiento tiene como objetivo fundamental poner dichas instituciones al servicio del pueblo, alejándose de las negociaciones con el Estado español, las cuales se consideran agotadas y rotas.

Según uno de sus portavoces, Non Casadevall, la única vía posible para conseguir una plena soberanía e independencia es la confrontación. En este sentido, la CUP se ha propuesto generar las condiciones necesarias para la ruptura con el Estado y articular unas instituciones alternativas que respondan a las necesidades y aspiraciones del pueblo catalán.

La Crítica a Junts y la Propuesta de un Independentismo Popular

Otro de los portavoces de la CUP, Maria Gordillo, ha cargado contra el partido Junts, acusándolo de tumbar la propuesta de regulación de alquileres de temporada en el Congreso. Según Gordillo, «No nos sirve un país como el que plantea Junts. No nos sirve una propuesta independentista para la minoría«.

La CUP considera que, si el independentismo no es una opción y una propuesta para la mayoría del pueblo catalán, el proyecto está condenado al fracaso. Por lo tanto, el «Procés de Garbí» representa la voluntad de la CUP de perseverar en la labor de refundar el independentismo popular, buscando que este movimiento sea realmente representativo de los intereses de la mayoría de la población.

La Necesidad de una Confrontación Estratégica

La estrategia de la CUP se basa en la convicción de que la vía del pacto está agotada y rota con el Estado español. En este sentido, la organización considera que la única fórmula para conseguir la plena soberanía y la independencia es la confrontación.

Bajo esta premisa, la CUP se ha propuesto ocupar los máximos espacios en las instituciones existentes, con el objetivo de ponerlas al servicio del pueblo y generar las condiciones necesarias para la ruptura con el Estado. Esto implica la articulación de unas instituciones alternativas que respondan a las necesidades y aspiraciones de la mayoría de la población catalana.

En resumen, la CUP ha trazado una estrategia de confrontación y ocupación institucional como vía para alcanzar la soberanía y la independencia de Cataluña, alejándose de las negociaciones con el Estado español y centrando sus esfuerzos en refundar un independentismo popular que represente los intereses de la mayoría de la población.