Por la tecnología, el papel higiénico es uno de los elementos más fundamentales de la higiene personal y nadie se imagina no usarlo de manera definitiva. Gracias a la tecnología, el papel higiénico podría ser desplazado por una innovación técnica superior que promete eliminarlo por completo del mercado.
Este invento fue creado por el empresario estadounidense Joseph Gayetty, quien comenzó a venderlo en 1857 de manera individual hasta que en 1890 la empresa Scott Paper Company empezó a comercializarlos de manera industrial y tal como lo conocemos ahora. Ahora, muchos años después, su uso está en duda y en China desean eliminarlo.
La tecnología que terminará para siempre con el papel higiénico
Aunque la vida sin papel higiénico parece imposible en China todo se puede y unos científicos intentaron crear inodoros inteligentes en los que ya no se necesite de este elemento que genera grandes producciones de residuos y no contribuyen al medio ambiente. Este invento consta de generar en el mismo inodoro un sistema que higienice, sin necesidad del papel.
Este artefacto contaría con una válvula para secar las partes íntimas que ofrece una limpieza efectiva sin necesidad de perjudicar el medio ambiente. Este revolucionario sistema se puede ajustar la presión y temperatura según las preferencias personales para garantizar una experiencia satisfactoria. Además, posee un sistema de autolimpiado regulable para la eliminación de olores y residuos.
Los peligros del papel higiénico: el rol de la tecnología
Tal como se revela más arriba, el papel higiénico es una gran fuente de contaminación y generación de residuos. Varios expertos insisten en que su uso es dañino para el medio ambiente por lo que los inodoros inteligentes serían una buena alternativa para eliminarlos de raíz. De acuerdo a investigaciones recientes en la Universidad de Florida, este producto es considerado una fuente de sustancias químicas potencialmente peligrosas para la salud.
Este material tan utilizado está fabricado con celulosa y papel reciclado por lo que necesita un mayor porcentaje de fibra nueva para conseguir un resultado mucho más suave y de calidad. Por ello, los especialistas hacen foco en su alto poder contaminante y recomiendan no utilizarlo y recurrir a tecnología como clásico bidet o el bidet eléctrico, que contienen agua y jabón y que es muy frecuente en diferentes países del mundo. Otra opción es recurrir al papel higiénico reutilizable, que suele estar elaborado de algodón y que se guarda en una bolsa para lavarlo y volverlo a utilizar.
