El Cabildo de Gran Canaria restituye a la familia del alcalde republicano Pedro Rico 5 pinturas incautadas en 1938

La devolución de obras de arte incautadas durante la Guerra Civil española es un tema de gran relevancia histórica y cultural que ha cobrado especial importancia en los últimos años. El Cabildo de Gran Canaria ha dado un paso significativo en este sentido al iniciar un proceso de restitución de cinco valiosas pinturas que pertenecieron al alcalde republicano de Madrid, Pedro Rico. Este acto no solo representa un gesto de justicia histórica, sino que también marca un precedente importante en la aplicación de la Ley de Memoria Democrática.

Las obras en cuestión, que incluyen piezas de renombrados artistas como Eugenio Lucas Velázquez, Roberto Domingo Fallola y Francisco Domingo Marqués, han estado bajo la custodia de la Casa de Colón en Las Palmas de Gran Canaria durante más de siete décadas. Su devolución a los herederos de Pedro Rico no solo restituye un patrimonio familiar, sino que también contribuye a sanar heridas históricas y a reconocer los derechos de quienes sufrieron las consecuencias de la guerra y la posterior dictadura franquista.

El proceso de restitución y su importancia histórica

El Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria ha tomado la iniciativa de devolver cinco obras pictóricas que fueron requisadas por el gobierno franquista en 1938. Este proceso de restitución se enmarca dentro de la Ley 20/2022 de Memoria Democrática y el Real Decreto 2134/2008, que establecen el procedimiento para la devolución de bienes incautados durante la Guerra Civil.

La decisión del Cabildo grancanario convierte a esta institución en la primera entidad pública del Estado español en impulsar un expediente de devolución de esta naturaleza. Este hecho reviste una gran importancia simbólica, ya que sienta un precedente para otras instituciones y puede abrir el camino a futuras restituciones de bienes culturales confiscados durante ese turbulento período de la historia española.

El proceso administrativo, iniciado a finales de 2023, ha culminado con la notificación de la resolución de restitución a la representante legal de la familia heredera. Esta acción demuestra el compromiso del Cabildo con la reparación histórica y la justicia, aspectos fundamentales en la construcción de una sociedad democrática madura.

Las obras recuperadas y su trayectoria histórica

Las cinco pinturas que serán devueltas formaban parte de la colección particular de Pedro Rico López, quien fue alcalde de Madrid en 1936. Entre estas obras se encuentran tres óleos sobre lienzo de Eugenio Lucas Velázquez, titulados ‘Cruz de Mayo’, ‘Majos obsequiando a un garrochista’ y ‘Toro embistiendo a un grupo’. Además, se incluye un óleo sobre cartón de Roberto Domingo Fallola titulado ‘Banderillas de fuego’ y un lienzo de Francisco Domingo Marqués fechado en 1870, con el título ‘Mosqueteros: la venta del caballo’.

La trayectoria de estas obras es un reflejo de los convulsos tiempos que vivió España. Fueron requisadas directamente de la vivienda de Pedro Rico por la Junta Delegada de Incautación durante la Guerra Civil y guardadas en el Museo del Prado durante la contienda. Posteriormente, en enero de 1942, llegaron a Gran Canaria por decisión del entonces Gobernador Civil de Las Palmas, Plácido Álvarez Buylla, como parte de un lote de 39 obras destinadas a conformar un Museo de Bellas Artes en la isla.

Desde 1952, estas pinturas han sido custodiadas y conservadas por la Casa de Colón, la pinacoteca más importante del archipiélago canario hasta la fecha. Su presencia en esta institución ha contribuido a enriquecer el patrimonio cultural de las islas durante décadas, pero su restitución ahora representa un acto de justicia histórica que trasciende el valor artístico de las obras.

Implicaciones y repercusiones de la devolución

La devolución de estas obras no solo tiene un significado personal para los herederos de Pedro Rico, sino que también conlleva importantes implicaciones a nivel institucional y social. Guacimara Medina, consejera de Cultura del Cabildo grancanario, ha destacado que esta acción responde a un imperativo ético fundamental y debe ser considerada como un ejercicio de responsabilidad institucional.

Este proceso de restitución demuestra cómo las administraciones públicas pueden desempeñar un papel crucial en la reparación de injusticias históricas. Alicia Bolaños, jefa del Servicio de Museos de la Consejería de Cultura, ha enfatizado que este tipo de acciones revelan la faceta más humana de la Administración Pública, al materializar su deber moral ante una injusticia cometida en el pasado.

La devolución de estas obras también plantea reflexiones sobre la gestión del patrimonio cultural y la responsabilidad de las instituciones en la preservación y restitución de bienes artísticos. Este caso podría servir como modelo para futuros procesos similares en otras partes de España, contribuyendo así a un proceso más amplio de reconciliación histórica y fortalecimiento de los valores democráticos en el país.