La celebración unificada de la Pascua entre las Iglesias Católica y Ortodoxa ha sido un deseo constante del Papa Francisco. Esta iniciativa, conocida como «Pascua Juntos 2025«, busca establecer una fecha común para conmemorar la Resurrección de Jesucristo, el evento central del cristianismo.
Al recibir al grupo de trabajo interconfesional «Pascua Juntos«, el Sumo Pontífice ha reiterado su llamado a que esta coincidencia de fechas deje de ser una excepción y se convierta en la norma. Esta oportunidad histórica, que se presentará en 2025, año en que se celebrará el 1700 aniversario del Concilio de Nicea, representa un hito ecuménico de gran relevancia.
La Importancia de la Unificación de la Pascua
La unificación de la celebración de la Pascua entre las Iglesias Católica y Ortodoxa tiene un significado profundo. Esta festividad central del cristianismo, que conmemora la Resurrección de Jesucristo, es la piedra angular de la fe cristiana. Al celebrarla de forma conjunta, se fortalece la unidad y se promueve la reconciliación entre las diferentes tradiciones cristianas.
Esta iniciativa se enmarca en los esfuerzos ecuménicos del Vaticano por acercar posiciones entre las Iglesias Católica y Ortodoxa. El Papa Francisco ha sido un firme impulsor de este diálogo interreligioso, consciente de la importancia de la unidad cristiana para fortalecer la presencia del cristianismo en el mundo.
Además, la coincidencia de fechas en 2025 entre el calendario juliano (utilizado por las Iglesias Ortodoxas) y el calendario gregoriano (usado por la Iglesia Católica y otras confesiones cristianas) ofrece una oportunidad única para celebrar la Pascua de forma conjunta. Esta alineación de los calendarios es vista como una señal providencial que no debe ser desaprovechada.
El Camino Hacia la Unidad Cristiana
La unificación de la celebración de la Pascua es un paso significativo en el camino hacia la unidad cristiana. Si bien existen diferencias teológicas y litúrgicas entre las Iglesias Católica y Ortodoxa, el **deseo de **reconciliación y comunión se ha fortalecido en las últimas décadas.
El Papa Francisco ha sido un incansable promotor de este diálogo ecuménico, reconociendo que la división de los cristianos es un escándalo y una herida abierta en el cuerpo de Cristo. Mediante iniciativas como «Pascua Juntos 2025«, el Sumo Pontífice busca fomentar la unidad y estrechar los lazos entre las diferentes tradiciones cristianas.
Esta oportunidad histórica en 2025 representa una señal de esperanza para los fieles de ambas Iglesias, quienes anhelan ver materializada la unidad que Jesucristo encomendó a sus discípulos. La celebración conjunta de la Pascua será un poderoso testimonio de la comunión que debe prevalecer entre los cristianos, fortaleciendo su identidad compartida y su compromiso con el Evangelio.