Joaquín Goyache, rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde Begoña Gómez impartía como directora su cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC), justificó durante su declaración ante el juez Peinado que instruye la causa contra la mujer del presidente, el propio Goyache y el empresario Carlos Barrabés en calidad de investigados por los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios y en el caso de Goyache , prevaricación administrativa, que había acudido al Palacio de La Moncloa el «28 o 29 de julio porque estábamos en postpandemia, la Universidad estaba cerrada y sólo había algunas secretarias de algunos altos cargos del equipo de gobierno».
Goyache siempre ha tratado de desvincularse del caso Begoña Gómez desde que el juez Juan Carlos Peinado le citara primero como testigo y después como imputado en la causa. El problema principal y más grave es que una condena por prevaricación administrativa le inhabilitaría para el ejercicio de rector de la Universidad Complutense de Madrid o de cualquier otro cargo público.
Tras dejarle constancia de su imputación, Goyache Goñi se mostró dispuesto a declarar y dar su versión ante el juez titular del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid. «Mi deseo es declarar», respondió. Acto seguido y ante las dudas de una de las acusaciones populares, el juez Peinado explicó que la imputación del rector de la Universidad Complutense de Madrid se debe al «nombramiento en concreto de una persona y de las instrucciones que se han dado para que se creara una cátedra extraordinaria dentro da Universidad Complutense de Madrid».
La primera pregunta del juez instructor fue relativa a «cuántas reuniones tuvo con Begoña Gómez», a lo que el rector respondió que «presencialmente sólo una y por teléfono muchas, no puedo recordar con exactitud» y luego añadió que «quiero matizar que presencialmente sólo una en la sede del Palacio de La Moncloa, teniendo en cuenta que estábamos en postpandemia y que la Universidad estaba cerrada (…)», un discurso que fue cortado por el juez para preguntar de quien partió la iniciativa de verse a lo que Goyache Goñí respondió sin pensarlo que «de Begoña Gómez, por supuesto».
El juez también preguntó si conocía que Begoña Gómez era la esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, una pregunta que fue respondida afirmativamente por Goyache. Luego declaró sobre el papel de su entonces vicerrector, Juan Carlos Doadrio, y aquí entró en contradicción por lo declarado en calidad de testigo por Doadrio.
El rector asegura que tras entrevistarse con Begoña Gómez nunca le dijo a Doadrio la famosa frase de «tengo que hacer una cátedra para la mujer del presidente», sino que le transmitió que «había un interés de dos empresas de crear una cátedra extraordinaria», en relación a Reale Seguros y a la Fundación La Caixa, patrocinadores de la cátedra de Begoña Gómez.
El juez Peinado le preguntó sobre cuántas cátedras extraordinarias mantiene abiertas la UCM y cuáles son los requisitos necesarios. Goyache respondió que «se les exige que la UCM tenga interés, unas instituciones que respalden ese tema que quieren exponer y una sostenibilidad económica de esas instituciones, que sean unos 30 mil euros al año durante 3 años, aunque hay excepciones».
Esos fondos son aportados por las empresas a la escuela de Gobierno de la Complutense y «los directores de las cátedras los manejan después», continuó explicando el rector, que cuando el juez preguntó por el escrito ante el juzgado sobre la propiedad intelectual del software desarrollado para la cátedra de Begoña Gómez, pero que la UCM no tiene registrado como suyo presentado por la UCM en el juzgado, afirmó que suscribía esa denuncia en su totalidad.
LA FISCALÍA RENUNCIÓ A INTERROGAR A GOYACHE
A preguntas de la acusación popular, pues la fiscalía se abstuvo una vez más de interrogar al acusado, Goyache explicó que la reunión con la esposa del presidente «fue corta, de unos 45 minutos o una hora» y que, a pesar de dudar en las fechas, sí recordaba el contenido exacto, que consistió en que «hablamos sobre Pymes, sobre los títulos de grado, incluso sobre una asociación de mujeres y sostenibilidad y finalmente sobre la cátedra extraordinaria».
La abogada de VOX incidió en que si conocía a Gómez anteriormente y su relación con la Complutense, a lo que Goyache explicó que «cuando ella comenzó en el curso 2012 a dar clases y luego el máster yo era decano, no rector». A preguntas sobre el expediente de idoneidad de Gómez para impartir esa cátedra y quien debía tenerlo el rector dijo que «lo tiene que tener el otro vicerrector, el de Formación Permanente, empleabilidad y emprendimiento» y añadió que «no participé en ninguna de las fases de creación de esta cátedra».
Asimismo, la acusación popular señaló que de la investigación podrían derivarse otros supuestos delitos, como el de cooperador necesario, entre otros, para colocar a Begoña Gómez al frente de la polémica cátedra extraordinaria o el de su participación como inductor. No obstante, el juez Peinado le frenó los pies al letrado: «Por el momento, no es el caso».
Goyache Goñi soltó el bombazo que señalaba directamente a La Moncloa como el centro de operaciones de la esposa del presidente del Gobierno. Según relató, fue Begoña Gómez quien le llamó para hablarle del I Congreso sobre Transformación Social Competitiva, acto que fue presentado por Jesús Calleja y la propia Begoña Gómez.
En el encuentro en uno de los despachos de La Moncloa, que no supo precisar porque «le llevaron en el coche oficial», Goyache Goñi aseguró que habló de aquel Congreso, para hablar por último de la creación de la cátedra extraordinaria debido al «interés» de varias empresas que tendrían dicho interés, así como un departamento de la ONU.