Este miércoles tuvo lugar en el Congreso de los Estados Unidos un acontecimiento de vital importancia. Por primera vez, los cuatro titantes tecnológicos de Silicon Valley se vieron obligados a declarar ante el comité antimonopolio de EEUU. Los directores ejecutivos de Apple, Facebook, Amazon y Google se vieron las caras en una tarde que pudo cambiarlo todo.
De lo bien que se lo apañasen depende el futuro de sus conglomerados. En concreto, tendrán que demostrar que sus empresas ni son monopolios, ni perjudican a los consumidores. Un 77% de estadounidenses cree que estas potencias tecnológicas tiene demasiado poder. Por otra parte, un 51% piensa que YouTube y Google deberían separarse en dos empresas diferentes, según encuestas.
En este contexto, los triunfadores de Silicon Valley tendrán que usar la mejor dialéctica que puedan para probar ante el Congreso que merecen mantener sus estructuras tal y como hasta ahora. A inicios de los 2000, Microsoft sufrió acusaciones parecidas, y estuvo a punto de tener que desmembrarse y ceder parte de sus servicios a otras empresas. Por suerte para Gates, y pese a que se afirmó que la compañía era un monopolio, la sentencia se anuló y el magnate no tuvo que despiezar su compañía.
Veinte años después, Estados Unidos experimenta una situación similar, esta vez, reuniendo a cuatro: los CEO Mark Zuckerberg (Facebook), Sundar Pichai (Google), Tim Cook (Apple) y Jeff Bezos (Amazon).
FACEBOOK LO TIENE FEO
De todos ellos, es posible que Mark Zuckerberg sea el que experimente el cielo más tormentoso. Mientras que la mayoría de estadounidenses considera que Amazon, Apple y Google producen consecuencias positivas para la sociedad, Facebook forma parte junto a Instagram (también propiedad de Zuckerberg) de la lista de empresas que sí generan un impacto negativo en opinión de los norteamericanos, según datos de The Verge.
Respecto a Apple y Amazon, las autoridades estadounidenses presentan preocupación por el hecho de que ambas empresas ejecutan un doble papel: son dueños de plataformas utilizadas por millones de personas a la vez que son participantes de esos mismos mercados. ¿Caerá alguien?