Canarias promueve la terapia con animales para menores víctimas de violencia en procesos judiciales

La justicia, en su afán por proteger a los más vulnerables, busca constantemente nuevas formas de garantizar un trato humano y comprensivo. En Canarias, el Gobierno ha presentado un proyecto innovador que busca humanizar el sistema judicial y brindar apoyo a menores víctimas de violencia a través de la terapia con animales. Este proyecto no solo pretende mejorar el bienestar emocional de los niños y adolescentes durante los procesos judiciales, sino que también busca optimizar la labor de los profesionales, creando un ambiente más amable y seguro para todos.

Este proyecto se basa en la filosofía de la «Justicia de los cuidados», un enfoque que busca humanizar el sistema judicial creando un ambiente más cálido y comprensivo para los usuarios, especialmente para los menores. La idea central es que, a través de la intervención con animales, se puede generar un entorno de confianza y seguridad que facilite la comunicación entre los menores y los profesionales del sistema judicial.

La terapia con animales como herramienta de apoyo

La terapia con animales, en este caso con perros, se presenta como una herramienta eficaz para mejorar el bienestar emocional de los menores durante los procesos judiciales. Los perros actúan como facilitadores emocionales, creando un ambiente de calma y seguridad, lo que permite a los niños y adolescentes expresar mejor sus emociones y colaborar con los profesionales.

La experiencia piloto realizada en mayo con menores en el Juzgado de Infancia y la Adolescencia de Las Palmas de Gran Canaria ha sido positiva, mostrando cómo la presencia de los perros contribuye a reducir la tensión y la ansiedad de los menores, facilitando su participación en los procedimientos judiciales. Los perros, además de proporcionar compañía, transmiten seguridad a los menores que se encuentran en situaciones difíciles, ya que los perciben como seres que los escuchan sin juzgarlos.

Ampliar la experiencia a otros ámbitos

La iniciativa no se limita solo a la participación en el juicio, sino que se extiende a terapias asistidas con perros una vez finalizado el proceso judicial. Esto es esencial para atender las secuelas emocionales que puedan derivarse de su participación en el proceso y para facilitar su proceso de recuperación.

La experiencia piloto ha demostrado que la terapia con animales es una herramienta valiosa para mejorar el bienestar de los menores víctimas de violencia durante los procesos judiciales. Esta iniciativa, además de ser un ejemplo de humanización del sistema judicial, abre la posibilidad de ampliar su uso a otros ámbitos de la justicia, como la violencia contra la mujer y la violencia intrafamiliar, con el objetivo de mejorar la atención y el apoyo a las víctimas de cualquier tipo de violencia.