La red de Supervivientes de Violencia de Género de Euskadi denuncia que es un problema estructural y señala también a sus cómplices

La violencia machista sigue siendo una trágica realidad en nuestra sociedad, y Euskadi no es una excepción. El reciente feminicidio ocurrido en el barrio bilbaíno de Santutxu ha vuelto a poner de manifiesto la gravedad de este problema estructural que afecta a miles de mujeres en todo el mundo. La Red de Euskadi de Supervivientes de Violencia Machista ha alzado su voz para condenar este nuevo acto de violencia y para llamar la atención sobre la necesidad de abordar esta cuestión desde una perspectiva integral y sistémica.

El caso de Bilbao se suma a una larga lista de feminicidios que ya asciende a 74 en lo que va de año en todo el Estado español. Esta cifra escalofriante no solo representa vidas truncadas, sino que también es un reflejo de una sociedad que aún no ha logrado erradicar las raíces profundas del machismo y la desigualdad de género. La Red de Supervivientes hace hincapié en que estos casos no son hechos aislados o anecdóticos, sino la manifestación más extrema de un sistema de dominación patriarcal que permea todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.

La naturaleza sistémica de la violencia machista

La violencia machista no conoce fronteras ni distinciones sociales. Se trata de un fenómeno que afecta a mujeres de todas las edades, clases sociales y orígenes étnicos. Asimismo, los agresores tampoco responden a un perfil único: pueden ser ricos o pobres, blancos o racializados, con estudios superiores o sin ellos. Esta diversidad en los perfiles tanto de víctimas como de agresores subraya la naturaleza sistémica del problema, enraizado en estructuras sociales y culturales profundamente arraigadas.

Es fundamental comprender que la violencia machista no surge de la nada. En la mayoría de los casos, existe una historia previa de maltrato y abuso que precede a los actos más extremos de violencia. Los expertos en la materia señalan que los feminicidios suelen ser el desenlace fatal de un ciclo de violencia que ha ido escalando con el tiempo. Por ello, es crucial prestar atención a las señales de alerta y proporcionar apoyo y recursos a las mujeres que se encuentran en situaciones de riesgo.

La Red de Euskadi de Supervivientes de Violencia Machista hace un llamado a la responsabilidad colectiva en la lucha contra este flagelo. No se trata solo de condenar los actos individuales de violencia, sino de cuestionar y desmantelar el sistema patriarcal que los sustenta. Este sistema, que otorga a los hombres un sentido de posesión y control sobre las mujeres, es el caldo de cultivo para la perpetuación de la violencia machista en todas sus formas.

El papel de los medios y la sociedad en la lucha contra el machismo

Los medios de comunicación juegan un papel crucial en la forma en que la sociedad percibe y aborda la violencia machista. La Red de Supervivientes hace un llamado a los profesionales de la información para que traten estos temas con la sensibilidad y la rigurosidad que merecen. Es fundamental que se dé voz a las asociaciones de víctimas y supervivientes, quienes pueden aportar una perspectiva invaluable basada en la experiencia directa.

El enfoque sensacionalista o la búsqueda de justificaciones para los agresores son prácticas que deben ser erradicadas del tratamiento mediático de la violencia machista. En su lugar, es necesario un abordaje que ponga el foco en las causas estructurales del problema y en las medidas necesarias para prevenirlo y combatirlo. Los medios tienen el poder de educar a la sociedad y de contribuir a la transformación de los patrones culturales que sustentan la violencia de género.

La lucha contra la violencia machista es una responsabilidad de toda la sociedad. No basta con condenar los actos individuales de violencia; es necesario un compromiso activo para desmantelar las estructuras que la sostienen. Esto implica cuestionar los roles de género tradicionales, promover la igualdad en todos los ámbitos de la vida y educar a las nuevas generaciones en valores de respeto y equidad. Solo a través de un esfuerzo colectivo y sostenido podremos aspirar a construir una sociedad libre de violencia machista.

Hacia un futuro libre de violencia machista en Euskadi

La erradicación de la violencia machista en Euskadi y en el resto del mundo requiere un enfoque multidimensional que aborde tanto las manifestaciones inmediatas de la violencia como sus causas profundas. Es fundamental fortalecer los sistemas de protección para las mujeres en situación de riesgo, garantizando su seguridad y proporcionándoles los recursos necesarios para romper el ciclo de la violencia.

La educación desempeña un papel crucial en la prevención de la violencia machista. Es necesario implementar programas educativos que promuevan la igualdad de género desde edades tempranas, fomentando relaciones basadas en el respeto mutuo y la no violencia. Asimismo, es importante trabajar en la deconstrucción de la masculinidad tóxica y en la promoción de modelos de masculinidad positivos y respetuosos.

El sistema judicial también debe jugar un papel activo en la lucha contra la violencia machista. Es necesario garantizar que los agresores sean juzgados y sancionados de manera efectiva, evitando la impunidad que tantas veces ha caracterizado a estos casos. Además, es fundamental proporcionar formación especializada a todos los profesionales involucrados en la atención a víctimas de violencia machista, desde policías hasta jueces, pasando por personal sanitario y de servicios sociales.

La Red de Euskadi de Supervivientes de Violencia Machista seguirá trabajando incansablemente para visibilizar esta problemática y para exigir medidas efectivas que garanticen el derecho de todas las mujeres a una vida libre de violencia. Su labor no solo es un acto de solidaridad con las víctimas, sino también un compromiso con la construcción de una sociedad más justa e igualitaria para todas y todos.