Cuando Marta Ortega se convirtió en la heredera in pectore de Amancio Ortega en Inditex revalidó su posición como la figura más mediática de una saga marcada por la discreción. Precisamente por ello la prensa no destacó que el ascenso de ‘la zarina’ suponía, además, el triunfo callado de su madre, Flora Pérez Marcote, la segunda mujer del amo de Zara.
El pasado mes de julio los periódicos económicos recogían la noticia del nombramiento de Flora Pérez como nueva consejera dominical en el Consejo de Administración de Inditex. Par la gallega es el culmen de su ascenso en el poder de la compañía. Una trayectoria callada pero firme y segura.
Un consejero dominical es aquel que forma parte del Consejo de Administración por tener una participación significativa en el capital o, bien, alguien vinculado a un accionista significativo. Es el caso de Flora Pérez.
La esposa de Amancio Ortega ya formaba parte del Consejo de Administración de Inditex desde 2005 pero en calidad de representante de las acciones de Pontegadea, la sociedad de inversión de Ortega. A eso hay que sumar el papel de Pérez Marcote como presidenta de la Fundación Amancio Ortega.
LA INFLUENCIA DE FLORA
En los últimos años el poder de Flora Pérez se ha dejado ver en Inditex. En puesto claves ha ido situando a personas de su entera confianza. Así, sus hermanos Jorge y Óscar Pérez Marcote también ocupan puestos de relevancia dentro de la empresa, como directores generales de Massimo Dutti y de Zara. Los Pérez ha ido ganando puesto coincidiendo con cierta retirada de los Ortega, empezando por Sandra, la hija mayor del empresario, fruto del primer matrimonio del leonés con Rosalía Mera.
En abril de 2022 Marta Ortega se convertía en presidenta de la compañía coincidiendo con la salida de Pablo Isla. Tal y como relata Jesús Rodríguez en De Zara al cielo (La Esfera de los Libros), el CEO había perdido el favor de Marta Ortega y Flora Pérez. “Pablo Isla pecó de voluntarioso, pero era consciente de que no iba a ser el sucesor. Intentó meter cabeza en el diseño y producción y cambió el Consejero Delegado y eso aceleró su salida. Tenía la ambición de controlar Inditex y Telefónica», relata el periodista en su libro. Una decisión que no gustó nada a la actual esposa de Amancio Ortega y tampoco a la heredera.
Firme en sus decisiones, Flora Pérez ha ido construyendo su camino que está ya muy lejos de las dificultades que jalonaron sus primeros años junto al creador de Zara.
UN AMOR PROHIBIDO
La actual conseja dominical entró en Zara como dependienta de una de las tiendas de cadena. En concreto la de la calle Torreiro en La Coruña. Allí conoció a Amancio Ortega e iniciaron una relación. Era 1983 y él estaba casado con Rosalía Mera.
Flora nació en 1954 y desde la localidad coruñesa de Melide se trasladó con sus padres y sus siete hermanos al barrio de Los Castros en La Coruña, una zona obrera y popular donde se solían instalar las gentes venidas de los pueblos para buscar una vida mejor en la capital. Desde joven trabajó en el incipiente sector textil, pero su vida cambió cuando se enamoró de Amancio Ortega.
En un principio la relación supuso toda una crisis personal para Amancio Ortega, aún casado con Rosalía Mera, como empresarial. Fue la hermana del empresario, Josefa, quien tomó la determinación de trasladar a Flora a Vigo junto a la niña que, en 1984, nació fruto de esta relación: Marta, hoy a la cabeza de Inditex.
Fueron años difíciles para Flora y también para la mujer legítima de Amancio Ortega. Finalmente, el matrimonio entre Amancio y Rosalía no salvó y en 1986 firmaron un discreto, y millonario, divorcio que marcaría el devenir del gigante textil.
Amancio se unió así junto a Flora y su hija Marta con las que convivió de forma discretísima en céntrico, y enorme, piso en el centro de La Coruña. Flora y Amancio se casaron finalmente después de casi dos décadas de relación.
Una época que parece lejana hoy en día. El salto a la primera línea de Marta, protagonista habitual de la prensa económica, pero también de las revistas del corazón y de las publicaciones del glamour.
Hoy Flora Pérez, aunque lejos del protagonismo de su hija, puja fuerte en Inditex y su figura se ha ido perfilando, junto a sus nombres de confianza, en el futuro de la compañía. Una situación muy lejos de los años difíciles cuando Flora y Marta tenían que vivir lejos de Amancio Ortega.
