El Museo del Prado, una de las instituciones culturales más emblemáticas de España, ha dado un paso innovador al transformar la emblemática obra de El Bosco, ‘El jardín de las delicias’, en un juego interactivo. Este proyecto, desarrollado en colaboración con CrossBorder y Basurama, tiene como objetivo principal que los estudiantes adquieran conocimientos de ecologismo y sostenibilidad, al tiempo que desarrollan su pensamiento crítico a través de la creación de una obra de arte.
El juego, que forma parte del programa Deslizar de PradoEducación, busca que los estudiantes reflexionen y descubran cuáles serán los refugios futuros y los espacios de cuidado mutuo que se deben fomentar, cuidar o construir. Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación Art Explora y la colaboración de la Consejería de Educación, Universidades, Ciencia y Portavocía de la Comunidad de Madrid, lo que demuestra el compromiso de estas instituciones con la innovación educativa a través del arte.
Herramientas para la Reflexión y la Creación Artística
El Teatro Aplicado y Documental y la Danza son las herramientas utilizadas en el Juego de las Delicias para ayudar a los participantes a reflexionar sobre la pregunta «¿cómo es posible cuidar el cuerpo, el de otros y el espacio?». Estas herramientas artísticas permiten a los estudiantes explorar y cuestionar de manera práctica y creativa los conceptos de cuidado, sostenibilidad y relación con el entorno.
Mediante el uso de estas herramientas, los estudiantes tendrán la oportunidad de desenvolver su pensamiento crítico y desarrollar su capacidad de análisis, al mismo tiempo que aprenden sobre ecologismo y sostenibilidad. El juego les brindará un espacio seguro para experimentar, crear y reflexionar sobre la importancia de cuidar y preservar el mundo que nos rodea.
El Impacto Educativo y Social del Proyecto
Este proyecto del Museo del Prado se enmarca dentro de una tendencia cada vez más acentuada de utilizar el arte como herramienta educativa. Al transformar una obra maestra del arte en un juego interactivo, la institución demuestra su compromiso con la innovación en la educación y su capacidad para conectar el arte con temas de relevancia social, como la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente.
Además, al involucrar a la Consejería de Educación, Universidades, Ciencia y Portavocía de la Comunidad de Madrid, el proyecto adquiere una dimensión interinstitucional que potencia su alcance y su impacto. De esta manera, el Museo del Prado se posiciona como un agente de cambio en el ámbito educativo, fomentando el desarrollo de habilidades críticas y creativas en los estudiantes, al tiempo que los sensibiliza sobre cuestiones medioambientales y de sostenibilidad.
En conclusión, el Juego de las Delicias del Museo del Prado es una iniciativa innovadora que demuestra la capacidad de las instituciones culturales para transformar el arte en herramientas educativas de alto impacto. Al integrar el pensamiento crítico, la creación artística y la conciencia ecológica, este proyecto se convierte en un modelo a seguir para otras instituciones que buscan fomentar el aprendizaje significativo y promover el compromiso social a través de la experiencia artística.
