Los sindicatos de la enseñanza barajan movilizaciones por el maltrato al profesorado a raíz de los últimos comunicados de Ayuso

La educación en la Comunidad de Madrid se encuentra en un punto de inflexión tras los recientes anuncios de la presidenta Isabel Díaz Ayuso durante el Debate sobre el Estado de la Región. Las medidas propuestas, especialmente la implementación obligatoria de la jornada partida en los nuevos colegios públicos de Educación Infantil y Primaria, han generado una ola de reacciones entre los sindicatos de la Mesa Sectorial de Educación. Esta situación ha puesto de manifiesto la creciente tensión entre las políticas educativas del gobierno regional y las demandas de los profesionales del sector.

Los sindicatos, incluyendo CC.OO, ANPE, CSIF y UGT, han respondido con prontitud a lo que consideran un «maltrato al profesorado». Su reacción inmediata ha sido convocar una reunión para estudiar posibles movilizaciones, evidenciando la gravedad con la que perciben estas nuevas medidas. Este escenario plantea interrogantes sobre el futuro de la educación madrileña y la relación entre el gobierno regional y los docentes, elementos clave para el desarrollo y la calidad del sistema educativo.

La jornada partida: Una medida controvertida

La implantación de la jornada partida en todos los nuevos colegios públicos de Educación Infantil y Primaria a partir del curso 2025/26 se ha convertido en el epicentro de la controversia. Esta iniciativa, que forma parte de un conjunto más amplio de medidas para extender el horario escolar de mañana y tarde, ha sido recibida con escepticismo por parte de los sindicatos educativos.

La medida no solo afectará a los nuevos centros, sino que también se extenderá a los CEIPSO (Centros de Educación Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria) existentes. El gobierno regional trabajará con las comunidades educativas de estos centros para que adopten también la jornada partida, lo que supone un cambio significativo en la organización escolar actual.

Además, la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades dictará instrucciones para que los colegios públicos que actualmente tienen jornada partida no puedan cambiar a horario intensivo desde el próximo curso 2025/26. Esta decisión limita la autonomía de los centros educativos en cuanto a la gestión de sus horarios, lo que podría generar resistencia entre los equipos directivos y las comunidades escolares.

Reacciones sindicales y demandas del profesorado

Los sindicatos de la Mesa Sectorial de Educación han respondido a estas medidas con una postura unificada de rechazo. Han acordado «continuar en unidad de acción» y realizar encuestas entre el profesorado y sus afiliados para evaluar el apoyo a posibles movilizaciones. Esta estrategia busca mostrar el descontento de los docentes frente a lo que consideran un maltrato por parte del gobierno regional.

Las demandas de los sindicatos van más allá de la oposición a la jornada partida. Reclaman una reducción de la jornada lectiva, una disminución efectiva de las ratios de alumnos por aula en todos los niveles y etapas educativas, y un incremento de las plantillas para mejorar la atención a la diversidad. Estas peticiones reflejan preocupaciones más profundas sobre la calidad de la educación y las condiciones laborales de los docentes.

Otro punto de fricción es la homologación retributiva de los docentes madrileños con respecto a otras comunidades autónomas. Los sindicatos consideran que existe una disparidad salarial que debe ser corregida para garantizar la equidad y el reconocimiento profesional de los educadores en Madrid. Además, demandan un plan de choque contra la burocratización, buscando liberar a los docentes de tareas administrativas que les restan tiempo para la enseñanza.

Nuevas iniciativas y el futuro de la educación madrileña

Más allá de la jornada partida, el gobierno regional ha anunciado otras medidas educativas. Entre ellas destaca el programa ‘Colegios compartidos’, que se estrenará en el curso académico 2024/25. Esta iniciativa permitirá a los alumnos de colegios e institutos públicos participar en actividades artísticas o deportivas programadas en otros centros escolares de la región, fomentando así la interacción y el enriquecimiento cultural entre diferentes comunidades educativas.

La transformación de los nuevos colegios en centros que abarquen desde Infantil hasta 2º de ESO (CEIPSO) representa un cambio estructural significativo. Esta medida busca proporcionar una mayor continuidad en la formación de los estudiantes, reduciendo las transiciones entre etapas educativas. Sin embargo, también plantea desafíos en términos de gestión y adaptación de los espacios educativos.

Para los CEIPSO que ya imparten los cuatro cursos de Secundaria y tienen jornada intensiva, se ofrecerán nuevas actividades con el objetivo de que los alumnos con mayores dificultades puedan pasar más horas en el colegio. Esta propuesta busca abordar las desigualdades educativas, proporcionando apoyo adicional a quienes más lo necesitan, aunque su implementación efectiva requerirá recursos y planificación cuidadosa.

En conclusión, el panorama educativo en la Comunidad de Madrid se encuentra en un momento de transformación y debate. Las medidas anunciadas por el gobierno regional han generado una respuesta contundente por parte de los sindicatos, evidenciando la necesidad de un diálogo constructivo entre todas las partes implicadas. El desafío radica en encontrar un equilibrio entre la innovación educativa y las necesidades y demandas del profesorado, con el objetivo último de mejorar la calidad de la educación para todos los estudiantes madrileños.