Almeida percibe la preocupación de Nacho Cano con Marlaska aunque transmite su enorme aprecio a la Policía

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, entiende la «desazón» del productor Nacho Cano con el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, aunque ha trasladado su «respeto enorme» a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Almeida ha expresado su posición este lunes desde la plaza de Cibeles, después de que Cano se refiriera durante la última presentación de su musical ‘Malinche’ a los «chulos de Marlaska«, en referencia a unos agentes, que definió como «paletos y macarras«.

El regidor ha puesto en valor la labor de la Policía y la Guardia Civil aunque entiende las razones de Cano contra Marlaska por su «evidente utilización e intención política» en este asunto.

La Crítica de Almeida hacia Marlaska

«Yo a la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado les tengo un respeto enorme. No puedo decir lo mismo, no en términos de respeto, sino de compartir la conducta y las políticas que hace Fernando Grande-Marlaska. Me parece que no hay dudas de que es el peor ministro del Interior que hemos tenido en la democracia», ha aseverado Almeida.

Almeida ha criticado la «utilización e intención política» de Marlaska en este asunto, «fundamentalmente porque, como ya lo dijo Nacho Cano, tiene una relación de amistad con la presidenta de la Comunidad de Madrid y a través de Nacho Cano atacan a la presidenta y a eso, desgraciadamente, estamos ya muy acostumbrados en esta ciudad».

La Defensa de Almeida hacia las Fuerzas de Seguridad

A pesar de entender la «desazón» de Nacho Cano, el alcalde Almeida ha expresado su «respeto enorme» hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Para Almeida, la labor de la Policía y la Guardia Civil es incuestionable, incluso cuando entiende las razones de Cano contra el ministro Marlaska.

Almeida ha hecho una clara distinción entre su «respeto enorme» hacia las fuerzas de seguridad y su crítica a las «conducta y las políticas» del ministro Marlaska, a quien considera el «peor ministro del Interior» que ha tenido la democracia española. En su opinión, las acciones de Marlaska obedecen a una «evidente utilización e intención política», especialmente en su «relación de amistad con la presidenta de la Comunidad de Madrid».