La situación política en Venezuela ha generado un intenso debate en el Parlamento Gallego, con el PP acusando al BNG de «estar a favor de la dictadura bolivariana» y al PSdeG de «instrumentalizar» al líder opositor, Edmundo González. Este debate se produjo en el marco de una iniciativa del PP que abogaba por que España reconociera a González como ganador «legítimo» de las elecciones venezolanas de julio. La propuesta fue aprobada con los votos del PP y el diputado de Democracia Ourensana, Armando Ojea, mientras que el BNG votó en contra y los socialistas se abstuvieron.
La viceportavoz del grupo mayoritario, Paula Prado, argumentó que las elecciones de julio en Venezuela fueron «de todo menos libres, democráticas, transparentes» y, en este contexto, acusó a los socialistas de estar «más cerca» de Felipe González, crítico con el gobierno de Maduro, que «de Pedro Sánchez y su ministro de exteriores in pectore», José Luis Rodríguez Zapatero. Prado argumentó que Zapatero fue el encargado de «negociar todo» lo relativo a la llegada de Edmundo González a España, incluso el comunicado emitido posteriormente, que a su juicio «intenta desanimar a las personas que luchan por la democracia en Venezuela». Para Prado, Zapatero facilitó el exilio del opositor en España para «despejar el camino al dictador (Maduro)».
El BNG y el PSdeG: Críticas al PP y defensa de la «libre determinación de los pueblos»
El BNG, a través de su viceportavoz parlamentaria, Olalla Rodil, justificó su voto en contra de la propuesta del PP argumentando que se trata de una «injerencia» en los asuntos internos de un país. Rodil criticó al PP por «no preocuparse un mínimo la democracia, la paz o la vida» como, a su juicio, evidencia la «falta» de rechazo al «genocidio» en Palestina. Acusó al PP de «seleccionar muy bien los países» para «atacar» al Bloque y «desviar la atención» sobre los problemas que afectan a Galicia.
Por su parte, los socialistas, representados por la diputada Paloma Castro, se decantaron por la abstención. Castro argumentó que la situación del pueblo venezolano requiere «actuar con coherencia, prudencia y diálogo», algo que no aprecia en una «estrategia» enfocada a «soltar bombas de racimo para hacer daño al Gobierno». Castro remarcó que los socialistas reclaman «democracia» sin «distinguir de territorio» y que, por eso, se posicionan en contra de «los recortes de derechos» del gobierno de Javier Milei en Argentina, el «genocidio» en Gaza o la invasión rusa en Ucrania.
El Debate se Intensifica: Acusaciones Mutuas y Críticas Fuertes
El debate se intensificó cuando Prado, en su turno de cierre, preguntó a la oposición «qué les parecería» si después de las elecciones autonómicas el presidente gallego, Alfonso Rueda, mandase a la Policía Autonómica «a detener a Pontón o (José Ramón Gómez) Besteiro porque no les gustó el resultado de las elecciones». «Eso es lo que quiere Maduro», ha apostillado.
En respuesta, Rodil defendió que el BNG está «donde estuvo siempre», en la defensa de la «libre determinación de los pueblos, sin injerencias foráneas» como la que, a su juicio, salió aprobada este miércoles en la Cámara gallega.
El debate se convirtió en un intercambio de acusaciones. Prado, por ejemplo, calificó al BNG como «víctimas de sus contradiciones» por «ponerse del lado de Putin» en el conflicto en Ucrania o «no decir nada del terrorismo de Hamas, que decapitó a niños y quemó a mujeres».
Por su parte, Castro acusó al PP de alimentar «teorías conspiranoicas» con el exilio de González «como si estuviese poseídos por el espíritu de Miguel Bosé».
El debate sobre la situación en Venezuela en el Parlamento Gallego refleja las diferentes posiciones políticas en torno a la crisis en el país sudamericano, y cómo esta se utiliza como herramienta para atacar al oponente político en el escenario gallego.
