La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha mostrado su desacuerdo con la nueva guía publicada por el Ministerio de Sanidad que autoriza a la Enfermería a «el uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica». Según CESM, estas guías «habilitan a Enfermería para que diagnostique y autorice la dispensa de medicamentos sin ser médicos».
La Postura de los Sindicatos Médicos
Los sindicatos médicos han analizado a fondo el decálogo elaborado por los partidarios de esta estrategia, concluyendo que «ni una sola de las tesis que lo componen resiste un análisis riguroso». Consideran que estas guías autorizan a la Enfermería a diagnosticar y tratar a los pacientes sin supervisión médica, lo cual supone un riesgo para la seguridad de los pacientes.
Según CESM, la mayoría de los protocolos incluidos en estas guías «incluyen actos genuinamente médicos tales como la anamnesis, la exploración o la valoración clínica de los pacientes, los cuales no pueden ser realizados con seguridad y garantías por un profesional no médico». Además, valorar la gravedad de un proceso médico es en sí mismo un acto médico, algo que CESM considera que los enfermeros no están capacitados para realizar.
La Postura de la Enfermería
Por su parte, los enfermeros reivindican su derecho a prescribir medicamentos al mismo nivel que otras profesiones y han resaltado su capacidad de diagnosticar, tratar y atender de manera finalista algunos procesos a través del diagnóstico enfermero y su juicio clínico. Argumentan que el Grado de Enfermería incluye estudios de farmacología, lo que los habilita para el uso de fármacos.
Sin embargo, CESM ha indicado que, «para valorar la clínica de los pacientes, diagnosticarlos y prescribir tratamientos de forma autónoma no basta con estudiar farmacología: hay que tener la formación propia del médico«. Además, consideran que la sustitución de médicos por personal de Enfermería busca reducir costes de personal y paliar la relativa escasez de médicos en la sanidad pública, pero «solo conseguirá incrementar su salida hacia la sanidad privada».
En definitiva, la tensión entre médicos y enfermeros en España sigue siendo un tema candente, con ambas partes defendiendo sus posturas y argumentos. Mientras los sindicatos médicos se oponen a la ampliación de competencias de la Enfermería, los enfermeros reivindican su capacidad y derecho para asumir un papel más relevante en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes.