El cambio climático, los incendios forestales y la contaminación atmosférica conforman un círculo vicioso cuyas consecuencias negativas para la salud de las personas, los ecosistemas y la agricultura no dejan de agravarse. Este es el mensaje clave del nuevo boletín sobre la calidad del aire y el clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que analiza en profundidad esta compleja relación.
La investigación, centrada en datos de 2023, aborda la concentración de partículas finas (PM2.5) en diferentes regiones del mundo, cuya inhalación constituye un grave peligro para la salud y cuya presencia tiene un impacto negativo en la agricultura. Además, el estudio examina cómo los incendios forestales han afectado la calidad del aire a nivel global.
TENDENCIAS POSITIVAS Y NEGATIVAS EN LA CALIDAD DEL AIRE
Según el análisis de la OMM, basado en los datos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (SVAC) y la Oficina de Modelización y Asimilación Globales (GMAO) de la NASA, se observan tendencias contrastantes en diferentes regiones del mundo.
Por un lado, Europa y China han registrado una disminución de los niveles de partículas PM2.5 gracias a la reducción de las emisiones antropógenas. Esta tendencia positiva se ha mantenido desde la publicación del primer boletín de la OMM en 2021. Por otro lado, la India ha experimentado concentraciones de PM2.5 superiores a la media debido al aumento de las emisiones contaminantes derivadas de la actividad humana e industrial.
En cuanto a América del Norte, los incendios forestales que afectaron la región generaron emisiones excepcionalmente elevadas de partículas finas en comparación con el período de referencia 2003-2023.
EL IMPACTO DE LA AGRICULTURA EN LA CALIDAD DEL AIRE
La OMM ha destacado que la agricultura también es una fuente importante de materia particulada, ya que la quema de rastrojos, la aplicación de fertilizantes y pesticidas, la labranza, la cosecha y el manejo del estiércol liberan partículas y sus precursores. De hecho, algunos de los puntos críticos del planeta se concentran en zonas agrícolas de África central, China, la India, el Pakistán y el sureste asiático.
Según los datos recabados en experimentos realizados en China y la India, la materia particulada puede reducir el rendimiento de los cultivos hasta en un 15% en áreas muy contaminadas. Para mitigar este impacto, la OMM propone soluciones prácticas como la plantación de árboles o arbustos para proteger físicamente los cultivos de las fuentes locales de partículas.
EL IMPACTO DE LOS INCENDIOS FORESTALES
El boletín de la OMM también señala que las temporadas de incendios forestales, tanto en el hemisferio norte como en el sur, fueron extremadamente activas en 2023, lo que provocó un aumento de las emisiones en diversas regiones del mundo. Los incendios forestales de Canadá, cuyo humo atravesó el Atlántico Norte hasta llegar al sur de Groenlandia y a Europa Occidental, generaron emisiones totales acumuladas de materia particulada y carbono muy superiores a la media anual de al menos los últimos 20 años.
Además, los valores de ozono, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y PM2.5 registrados por los incendios en el centro y el sur de Chile durante enero y febrero de 2023 «ponen de manifiesto la extrema degradación de la calidad del aire provocada por los intensos y persistentes incendios forestales, cuya frecuencia aumenta a medida que el clima es cada vez más cálido«, según los autores del estudio.
La Secretaria General Adjunta de la OMM, Ko Barrett, ha advertido que en los ocho primeros meses de 2024 se han mantenido las tendencias observadas el año anterior: calor intenso y sequías persistentes que han avivado el riesgo de incendios forestales y contaminación atmosférica. «El cambio climático y la calidad del aire no pueden tratarse por separado. Van de la mano y deben abordarse conjuntamente. Reconocer esta interrelación y actuar en consecuencia conllevaría beneficios para la salud de nuestro planeta, sus habitantes y nuestras economías», ha afirmado.