La AN juzga este jueves a ‘Fito’ por quemar un cajero automático en demanda de la liberación de presos de ETA

La violencia y el terrorismo nunca son una solución, sino que generan más sufrimiento y división en la sociedad. En este artículo, abordaremos el caso de Gaizka Astorquizaga, alias ‘Fito’, y dos personas más, quienes fueron juzgados por atacar con un objeto incendiario una sucursal de la entidad bancaria Kutxabank en el municipio de Ea (Vizcaya). Este hecho, que tuvo lugar en 2020, formaba parte de una campaña de sabotajes reivindicada por el grupo ‘Amnistia Ta Askatasuna’ (ATA) con el objetivo de lograr la liberación de presos de ETA.

LA AUDIENCIA NACIONAL JUZGA A TRES PRESUNTOS TERRORISTAS

Según el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, Gaizka Astorquizaga, alias ‘Fito’, ya había sido condenado a 4 años de prisión por colocar un explosivo en otro cajero. En esta ocasión, la Fiscalía pide 18 años de cárcel para ‘Fito’ por el presunto delito de incendio terrorista con la agravante de reincidencia.

Por su parte, Aroa Eguia y Ander Izaguirre también son acusados del mismo delito, por lo que la Fiscalía solicita 16 años de cárcel para cada uno de ellos. Además, los tres acusados deberán indemnizar conjuntamente con 64.531 euros a la entidad bancaria por los daños causados.

EL ATAQUE A LA SUCURSAL DE KUTXABANK

El ataque a la sucursal de Kutxabank tuvo lugar el 13 de mayo de 2020, alrededor de las 23:55 horas. Antes de prender fuego a la fachada del edificio, los acusados habían pintado con spray rojo el nombre del etarra Patxi Ruiz en la puerta de la sucursal y golpeado el cajero automático con una maza.

Cuando las dotaciones policiales y los bomberos llegaron al lugar, se encontraron con un incendio de gran magnitud que afectó a toda la fachada del edificio. Según el Ministerio Público, este ataque fue reivindicado por el grupo ‘Amnistia Ta Askatasuna’ (ATA) como parte de su campaña de sabotajes para lograr la liberación de presos de ETA.

LA ESTRATEGIA DE VIOLENCIA DEL GRUPO ‘ATA’

El grupo ‘Amnistia Ta Askatasuna’ (ATA), posteriormente conocido como ‘Movimiento a favor de la amnistía y contra la represión’, surgió tras el cese definitivo de la actividad armada por parte de ETA en 2011. Este colectivo disidente con la estrategia oficial de la izquierda abertzale se dedicó a llevar a cabo una serie de actos violentos entre 2017 y 2020, justificándolos por la situación de los presos de ETA.

La Fiscalía resalta que el objetivo de estos ataques era «generar terror entre la población» y reivindicar la liberación de los presos de la organización terrorista. Esta estrategia de violencia y miedo es totalmente inaceptable y solo contribuye a amplificar el sufrimiento y la división en la sociedad.

En conclusión, este caso pone de manifiesto la necesidad de abordar los conflictos y las diferencias políticas a través del diálogo, la negociación y el respeto a la legalidad, alejándose de la violencia y el terrorismo, que nunca serán una solución viable. Es fundamental que la sociedad se mantenga unida y firme ante cualquier intento de generar terror y desestabilizar la convivencia.