El delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, ha asegurado que los 110 inmigrantes llegados a Mora de Rubielos procedentes de Mali ya se encuentran instalados «con total normalidad y tranquilidad». Sin embargo, se ha alertado a la Guardia Civil para agilizar su reacción ante cualquier posible incidente, a solicitud de la entidad Accem, del gerente del hotel o de cualquier ciudadano.
Estos inmigrantes, todos ellos varones mayores de edad, han solicitado protección internacional derivada de la huida de un país en guerra, lo que les otorga un estatus, derechos y obligaciones, así como la posibilidad de aprender el idioma. La resolución de su solicitud derivará en un permiso de trabajo y de residencia, y la entidad Accem se encargará de buscar una ruta de integración social y laboral acorde a su experiencia o al entorno donde vivían.
Contexto de los Inmigrantes Malienses
Según el delegado del Gobierno, Mali sufre una «secuencia de gobiernos fallidos» y de «democracias que no terminan de desarrollarse» desde la salida de los franceses, además de un comienzo de ‘talibanización’ que ha desembocado en una guerra permanente y un contexto de violación de los derechos humanos que se añade a sequía y hambruna.
Esta situación ha obligado a estos inmigrantes a emprender un viaje peligroso a través de la ruta canaria, recorriendo entre 1.400 y 1.600 kilómetros en barcas. Al llegar a las Islas Canarias, donde los dispositivos de acogida están «más que saturados», el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones los deriva hacia la península, en concreto, hacia municipios donde hay instalaciones que puedan dar acogida a determinados grupos, como es el caso de Mora de Rubielos.
Reacción de la Comunidad y Medidas de Seguridad
Lamentablemente, la llegada de estos inmigrantes ha generado «manifestaciones desagradables» y «llamadas amenazantes» dirigidas a los trabajadores del hotel de Mora de Rubielos que los alberga. Ante esta situación, el delegado del Gobierno ha aclarado que la elección de esta localidad turolense responde a una cuestión de capacidad, siendo las entidades, como Accem, las que identifican los centros.
Ante la posibilidad de que grupos de fuera del municipio organicen «algún conato de manifestación un poco más numerosa de la que ya se convocó o personas de ideologías ultra«, se ha alertado a la Guardia Civil para que puedan tener una velocidad de respuesta rápida ante cualquier requerimiento. Sin embargo, Beltrán ha descartado aumentar el número de efectivos en la localidad, ya que «no se espera ningún comportamiento violento» por parte de los inmigrantes, quienes «vienen huyendo de comportamientos violentos y quieren establecerse, que les dejen tranquilos, aprender el idioma y ponerse a trabajar«.
La llegada de estos inmigrantes a Mora de Rubielos representa una oportunidad para que la comunidad local se involucre en su integración y asentamiento, fomentando un clima de respeto y solidaridad. Más allá de las medidas de seguridad, es fundamental trabajar en la sensibilización y el entendimiento mutuo, para que esta experiencia se convierta en un ejemplo de convivencia y enriquecimiento intercultural.