¿Sabías que no descansar lo suficiente podría generar graves consecuencias de salud? La falta de sueño es un problema cada vez más común en todo el mundo y millones de personas sufren las consecuencias de este problema. Aunque muchas veces podemos subestimar la importancia de tener un sueño reparador, eso es fundamental para mantener un buen estado de salud.
No dormir bien puede desencadenar una serie de alteraciones que se traducen en consecuencias graves dentro del organismo. Esto se debe, principalmente, a que el cuerpo se mantiene en un estado de estrés elevado, en el que se impide un buen funcionamiento hormonal, además de alterar la función cerebral profundamente. Aquí te explicamos cómo se manifiestan estos problemas.
Así reacciona tu cuerpo al no descansar lo suficiente
El cuerpo experimenta diversas alteraciones al no descansar adecuadamente. Por una parte, el sistema inmunológico puede verse altamente debilitado y es que la falta de sueño reduce la capacidad del organismo para combatir infecciones y enfermedades. Además, debemos tener claro que el sueño regula las hormonas que combaten el apetito, como la leptina y la grelina, en este sentido, al no descansar lo suficiente tendemos a comer más y a sentir muchos más antojos.
Por otro lado, la falta de sueño implica un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como las patologías cardiovasculares, diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y algunos tipos de cáncer. Igualmente, un mal descanso también puede traer problemas de memoria y concentración, lo que significa que altera profundamente la capacidad cognitiva. En este mismo sentido, la privación del sueño se ha asociado con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y otros trastornos de la Salud mental. De esta manera, dormir adecuadamente es fundamental para cuidar el organismo.
¿Cuántas horas debemos descansar al día?
Aunque la cantidad de sueño puede variar de persona a persona, expertos recomiendan dormir entre 7 y 9 horas por noche. Sin embargo, siempre es importante evaluar las necesidades individuales según la edad, el estilo de vida y la salud en general. Es crucial establecer una rutina permanente para ir a la cama y levantarse a la misma hora todos los días.
También es necesario limitar el uso de las pantallas al menos una hora antes de ir a la cama, pues la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos puede interferir en la producción de la melatonina, la hormona del sueño. Igualmente, es importante mantener buenos hábitos, como realizar ejercicio físico de forma regular y tener una buena alimentación.