El panorama político en Cataluña se encuentra en un estado de incertidumbre tras las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo. El proceso de formación del nuevo gobierno catalán se presenta complejo, con el partido independentista Junts per Catalunya como actor clave. La formación liderada por Jordi Turull ha dejado claro que no apoyará al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados sin antes obtener concesiones significativas en relación a la independencia de Cataluña.
Turull ha advertido a Sánchez que Junts per Catalunya no está dispuesto a votar a favor de medidas que «consoliden el café para todos» y que, por el contrario, centrará sus esfuerzos en negociar el reconocimiento nacional de Cataluña y la celebración de un referéndum sobre su autodeterminación. La formación ha dejado claro que su prioridad es la consecución de sus objetivos históricos y que no está dispuesta a ceder en sus demandas.
Junts Per Catalunya: No hay apoyo garantizado para Pedro Sánchez
Junts per Catalunya ha dejado claro que no tiene ningún apoyo garantizado para Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. El partido ha condicionado su apoyo a la investidura de Sánchez a la aprobación de una Ley de Amnistía que permita la reintegración de los políticos catalanes presos por el proceso independentista. Esta exigencia ha provocado un fuerte debate político en España, con diferentes actores con posturas enfrentadas.
Turull ha señalado que, más allá de la Ley de Amnistía, cualquier medida que se vote en el Congreso de los Diputados que «no reduzca, sino que incremente los agravios económicos a Cataluña por parte del Estado o de inversiones competenciales», será rechazada por Junts per Catalunya. El partido insiste en la necesidad de reconocimiento nacional y la celebración de un referéndum sobre la autodeterminación de Cataluña, considerándolo como la solución al conflicto político.
Un escenario complejo: Junts Per Catalunya y la pugna por la independencia
Junts Per Catalunya ha manifestado abiertamente su oposición al pacto entre ERC y PSC para la investidura del presidente de la Generalitat, Salvador Illa. El partido considera que este acuerdo es «una enmienda al acuerdo de Bruselas» entre Junts y PSOE, y que no es posible tener «dos acuerdos contradictorios en relación con la solución del conflicto político». La formación argumenta que este acuerdo «consolida el café para todos» y no aborda las demandas fundamentales de Junts per Catalunya en relación al reconocimiento nacional y la celebración de un referéndum.
La decisión de Junts per Catalunya de no apoyar a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados y la negativa a apoyar el acuerdo entre ERC y PSC, aumenta la complejidad del panorama político en Cataluña. La formación ha demostrado que no está dispuesta a renunciar a sus objetivos históricos y que su prioridad es la consecución de la independencia de Cataluña. El futuro político de Cataluña se presenta incierto, con Junts per Catalunya como actor clave y con el proceso de formación del nuevo gobierno catalán en un estado de incertidumbre.
