La tragedia golpeó a la región de San Tirso de Abres en Asturias, cuando un accidente de tráfico se cobró la vida de dos hombres. El vehículo en el que circulaban se salió de la vía en la carretera ST-1, precipitándose al río Eo.
La gravedad del incidente quedó patente desde el primer momento, cuando un testigo alertó al Centro de Coordinación de Emergencias sobre un fuerte golpe y la posibilidad de un accidente. El vehículo se había sumergido en el río, y se temía que hubiera personas atrapadas en su interior. La pronta acción de los servicios de emergencia se volvió crucial para intentar salvar vidas.
La Respuesta Inmediata de los Servicios de Emergencia en Asturias
Ante la llamada de auxilio, se movilizó de inmediato un equipo de siete efectivos de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), con base en los parques de Barres y Valdés, junto al Jefe de Zona Suroccidental. Al llegar al lugar, los bomberos encontraron un panorama desolador: el vehículo se encontraba sumergido en el río Eo, y un intento previo de extracción con un tractor había sido infructuoso.
Con la urgencia que demandaba la situación, los bomberos iniciaron las labores de rescate. Utilizando equipos especializados, lograron sacar el vehículo del agua a la 1.11 horas de la madrugada. Las puertas del vehículo estaban abiertas, pero no había nadie en su interior, lo que hizo que la búsqueda se extendiera al río.
La Triste Realidad: Dos Víctimas Fatales
Lamentablemente, la búsqueda tuvo un desenlace fatal. A la 1.49 horas, los bomberos encontraron el cuerpo sin vida de una persona. A las 2.14 horas, se localizó el cuerpo de una segunda víctima.
El Centro de Coordinación de Emergencias del SEPA comunicó el trágico suceso a la Guardia Civil y al Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) para que se iniciaran las investigaciones correspondientes y se procediera al levantamiento de los cuerpos.
Este accidente pone de manifiesto la importancia de la seguridad vial y la necesidad de conducir con responsabilidad, especialmente en zonas con carreteras sinuosas y presencia de cursos de agua. La pérdida de dos vidas humanas es una tragedia que nos recuerda la fragilidad de la vida y nos invita a redoblar esfuerzos para evitar este tipo de accidentes en el futuro.