El Gobierno de Azerbaiyán ha tomado una medida drástica contra los miembros de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) que votaron a favor de la suspensión de su delegación en enero. Esta decisión, que afecta a 76 parlamentarios, entre ellos siete españoles, ha generado una fuerte controversia y ha sido condenada por el presidente de la APCE.
La suspensión de la delegación azerí se produjo tras considerar que el país no cumplía con los compromisos adquiridos al ingresar al Consejo de Europa. En particular, se señalaron preocupaciones sobre la celebración de elecciones libres y justas, la separación de poderes, la independencia del poder judicial y el respeto de los Derechos Humanos.
Azerbaiyán prohíbe la entrada a parlamentarios que votaron por su suspensión
El portavoz del Ministerio de Exteriores azerí, Ayjan Hajizada, ha confirmado que los parlamentarios que votaron en contra de la delegación azerí en la APCE han sido incluidos en la lista de «personae non gratae». Esto significa que les está prohibida la entrada en el país.
La medida afecta a todos los miembros de la APCE que votaron por la suspensión, incluyendo a los siete españoles que se pronunciaron en contra de la delegación azerí. Entre ellos se encuentran representantes del PSOE, PP, ERC y PNV.
El Gobierno azerí ha justificado su decisión argumentando que la suspensión de su delegación en la APCE fue un acto injustificado y que se tomaron medidas para restaurar su mandato. Sin embargo, esta postura ha sido criticada por muchos como una represalia por las acciones de los parlamentarios que votaron en contra de su delegación.
Las consecuencias del veto y la respuesta de la APCE
La decisión del Gobierno azerí ha sido recibida con preocupación y condena por parte del presidente de la APCE, Theodoros Rousopoulos. En un comunicado, Rousopoulos ha calificado la medida como una «señal lamentable» que dificulta la situación actual de Azerbaiyán en el Consejo de Europa.
Rousopoulos ha argumentado que los Estados miembros del Consejo de Europa están comprometidos con el respeto de los estándares de la democracia, por lo que la inclusión en una lista negra de los que votaron conforme a su conciencia es un acto inaceptable.
La decisión de Azerbaiyán pone de manifiesto la tensión existente entre el país y el Consejo de Europa, y genera incertidumbre sobre el futuro de la participación de Azerbaiyán en la organización. La APCE ha reiterado su compromiso con el diálogo y la cooperación con Azerbaiyán, pero también ha dejado claro que no tolerará las represalias contra quienes ejercen su derecho a votar libremente.
