Un pueblo distante, misterioso y con apenas una casa está en el centro de la escena. Se trata del pueblo de Tor, ubicado en la frontera entre Cataluña y Andorra, que se convirtió en foco de atención gracias a la serie del mismo nombre emitida por la plataforma Atresplayer.
Este sitio es de gran interés para el turismo y los historiadores, debido a los macabros hechos que se desarrollaron allí y que fueron evidentes en la ficción de ocho capítulos que logró gran repercusión y alentó al llamado «tanatoturismo», que consiste en conocer lugares donde se cometieron hechos oscuros y misteriosos.
La lucha del pueblo de Tor por huir del turismo macabro
A pesar de que su protagonismo en la serie le puede abrir las puertas dentro de la economía del turismo, en el pueblo de Tor están reacios a recibir viajeros por este motivo, quienes comenzaron a conocer el lugar y llenarlo los fin de semana. Lo cierto es que los vecinos de este lugar, empezaron a recibir preguntas incómodas de los visitantes lo que no agrada a ninguno de los habitantes.
Tor cuenta sólo con sólo 3 casas, una única calle, un solo bar y no tiene cobertura de WiFi. Además de los oscuros episodios que desataron en el pueblo, Tor posee un gran atractivo para los amantes del montañismo y la desconexión total, por lo que su belleza natural resultó de un fuerte interés durante los últimos días del verano. Sin embargo, quienes deseen tomarse fotos deben soportar las malas caras de los lugareños que no reciben de buena manera esta actitud.
Tor, el pueblo que logró la atención del tanatoturismo
Los misteriosos hechos que ocurrieron en Tor fueron los que motivaron a la exitosa serie de Atresplayer. En este sitio la montaña del mismo nombre fue el territorio de una batalla que se cobró tres vidas durante 1976. Tres de las familias más poderosas del lugar, que eran dueñas de esta montaña, quisieron hacerse con el sitio y venderle esta propiedad a un promotor andorrano, Rubén Castañé, para construir una estación de esquí, un hotel y un centro comercial.
En ese momento, las 13 familias que también formaban parte de la sociedad comenzaron con conflictos que terminaron con la muerte de dos personas vinculadas a estos prestigiosos clanes. Finalmente, en 1995 el juez otorgó la titularidad única de la montaña a Josep Montané, líder de los tres clanes, que también falleció en circunstancias complicadas.
