En un lamentable incidente ocurrido en la madrugada del miércoles en Mallorca, un taxista de 71 años fue brutalmente golpeado por un grupo de turistas alemanes, algunos de los cuales resultaron ser agentes de policía de la región de Essen, en Alemania. La víctima denunció que los sujetos, después de haber consumido alcohol, le acusaron falsamente de robarles un teléfono móvil y lo atacaron sin piedad.
Según el relato de la víctima, los turistas se quedaron dormidos durante el trayecto y, al llegar a su destino, uno de ellos notó la desaparición de su dispositivo. Creyendo que el taxista lo había robado, los clientes -quienes resultaron ser policías alemanes– le agredieron, a pesar de que el taxista intentó calmarlos ofreciéndose a pagarles el valor del teléfono. La Guardia Civil intervino y detuvo a uno de los agresores, pero los otros dos fueron puestos en libertad sin ninguna medida cautelar.
La Respuesta de las Autoridades
Tras conocerse el incidente, la Policía alemana ha confirmado la implicación de varios agentes del departamento policial de Essen en la paliza al taxista. Si bien las autoridades no han proporcionado mayores detalles, fuentes anónimas han indicado que al menos dos de los turistas serán declarados sospechosos de la agresión una vez que la Guardia Civil complete sus investigaciones.
La víctima se encuentra internada en un hospital, a la espera de una intervención quirúrgica debido a múltiples contusiones y fracturas en las costillas, producto de la brutal golpiza. Según informó la Guardia Civil, el taxista fue asistido por el SAMU y trasladado al Hospital de Manacor, donde posteriormente le tomaron declaración.
Implicaciones y Repercusiones
Este lamentable suceso ha puesto de manifiesto la grave situación que enfrentan algunos trabajadores del sector del transporte, quienes a menudo se ven expuestos a situaciones de violencia y agresión por parte de clientes que, en este caso, además contaban con el respaldo de una placa policial.
La impunidad con la que actuaron los agentes alemanes, quienes se acogieron a su derecho a no declarar y fueron puestos en libertad sin ninguna medida cautelar, ha generado una profunda indignación y cuestionamientos sobre la eficacia del sistema de justicia en este tipo de casos.
Este incidente subraya la necesidad urgente de implementar mecanismos de protección más efectivos para los trabajadores del transporte, así como de establecer protocolos de actuación claros y contundentes cuando se trata de agresiones cometidas por personal policial, independientemente de su nacionalidad.
