El Producto Interior Bruto (PIB) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) registró un crecimiento del 0,5% en el segundo trimestre de 2024, manteniendo el ritmo del primer trimestre. Este dato confirma la tendencia de estabilidad en la economía global, aunque con matices y disparidades entre las distintas regiones y países que la componen. A pesar de la incertidumbre geopolítica y las presiones inflacionarias, la economía mundial muestra una cierta resiliencia.
Las Economías del G7 Impulsan el Crecimiento Global
Dentro del panorama general de la OCDE, las economías del G7 destacaron por un mayor dinamismo en el segundo trimestre. El crecimiento conjunto de este grupo se aceleró hasta el 0,5%, superando el 0,2% registrado en el trimestre anterior. Este mejor desempeño se vio impulsado principalmente por la recuperación de Japón, que pasó de una contracción del 0,6% a un crecimiento del 0,8%, y por el sólido crecimiento de Estados Unidos, que se mantuvo en el 0,7%. Sin embargo, no todas las economías del G7 mostraron la misma evolución. Alemania experimentó una ligera contracción del -0,1% tras haber crecido un 0,2% en el primer trimestre.
España Destaca en el Contexto Europeo
En el contexto europeo, España se posicionó como una de las economías con mejor desempeño. El PIB español creció un 0,8% en el segundo trimestre, manteniendo el ritmo del periodo anterior y superando la media de la OCDE y de la Eurozona. Esta evolución positiva se atribuye, entre otros factores, al buen comportamiento del sector turístico y al consumo interno. Sin embargo, persisten ciertos riesgos a la baja, como la elevada inflación y la incertidumbre en el contexto internacional. Otros países de la OCDE que mostraron un crecimiento notable fueron Polonia, con un 1,5%, seguido por Costa Rica e Irlanda, ambas con un 1,2%, y Países Bajos con un 1%. Por el contrario, Letonia experimentó la mayor caída con un -1,1%, seguida por Suecia con un -0,8% y Chile con un -0,6%.
