El verano es la mejor época para tomar helados y granizados. Estos productos al ser fresquitos nos refrescan y nos quitan el calor. Uno de los helados clásicos de Mercadona es el sándwich de helado de nata de Mercadona que es uno de esos productos que nunca pasan de moda. Entre todas las opciones de helados que se pueden encontrar en este conocido supermercado, puede ser la mejor. No solo le gusta a los niños sino también a los mayores a los que les recuerda a su infancia.
El sándwich de nata es un helado que se ha convertido en el favorito de muchos españoles durante generaciones y hoy en día es uno de los más vendidos en este supermercado cuando llega el calor. Un helado perfecto para disfrutarlo después de la comida de postre, en la merienda o tras la cena. Se puede llevar a la playa o la piscina y también se puede disfrutar tranquilamente en casa debajo del ventilador.
1La historia del sándwich de nata
Aunque la mayoría de los niños piensen que este helado es una creación de Mercadona, este producto tiene una historia bastante antigua que se remontar a finales del siglo XIX. Los principales periódicos de Estados Unidos en la década de 1890 empezaron a hacerse eco del enorme éxito que tenía un nuevo tipo de helado en Nueva York que se servía como un pedazo de nata helada unida a dos hojas de papel y que luego evolucionó a la galleta.
Diversos artículos de la época hablaban de este nuevo helado que tenía a toda la ciudad de Nueva York entusiasmada. «Los corredores de bolsa de Wall Street comenzaron a comprar y degustar sándwiches de helado, comiéndolos democráticamente en la acera junto a carteros y oficinistas», se un antiguo texto publicado el 19 de agosto del año 1900 en el periódico New York Sun, según se puede leer en un artículo de The Boston Globe. «Desde los limpiabotas hasta los banqueros, todos se aficionaron a esta nueva modalidad del clásico sándwich», se añade en este artículo.
El formato de este helado que conocemos en la actualidad se basa en la galleta que sostiene la nata del medio y que simula las dos rebanadas de pan del clásico sándwich. Esta fórmula no se patentó hasta 1928, cuando un vendedor de helados de San Francisco llamado George Whitney decidió colocar un par de galletas de avena sujetando la nata que se encontraba en medio.
Este helado en su formato básico consiste tan solo en un trozo de helado de nata unido a dos trozos de galleta. Luego se han ido incorporando cambios en el helado, ya que también hay en otros sabores como el chocolate o la galleta, pero el clásico es el que podemos encontrar en el supermercado Mercadona. Este helado les encanta a varias generaciones: desde el abuelo a la abuela, a los padres y a los niños.