La Universidad Nacional de Educación a Distancia ha destacado las buenas prácticas llevadas a cabo por ‘la Caixa’ y Cáritas por su lucha contra la pobreza infantil, agravada a raíz del coronavirus.
Así lo pone de manifiesto el estudio ‘Pobreza Infantil’ de la UNED, que sitúa la tasa de pobreza infantil en España en más del 25 por ciento, con más de 3,6 millones de menores la padecen o están en riesgo de padecerla.
Aún siendo la quinta economía de la Unión Europea, en España 1,4 millones de menores viven en la pobreza y 2,2 millones más están en riesgo de padecerla.
El estudio de la UNED recomienda reforzar las redes de entidades que luchan contra la pobreza infantil ante la previsible ralentización de la economía a raíz de la crisis derivada de la pandemia del coronavirus.
En este sentido, ha destacado a Cáritas y la Fundación «la Caixa«, que han multiplicado por tres las peticiones de ayuda en los últimos meses y han demostrado «capacidad y experiencia» ante situaciones como la actual, «constituyendo ejemplos de buenas prácticas en este ámbito».
El informe, elaborado por los doctores en Ciencias Económicas de la UNED Pedro Cortiñas y Cristina Sánchez, sitúa la tasa de pobreza infantil en España en más de un 25 por ciento, un porcentaje que en Europa tan solo supera Rumanía.
El análisis recuerda que la crisis de 2008 produjo efectos adversos en la economía que se manifestaron en un retroceso de las condiciones de vida de determinados grupos de población, una situación que «ahora podría agravarse».
En este punto, Cortiñas ha alertado de que la crisis derivada del coronavirus «va a afectar y ya está afectando no solo a la situación de pobreza infantil en términos monetarios, sino a la desigualdad de oportunidades en términos educativos, sanitarios, etc«.
«Por ello más que nunca habrá que estar muy alerta, pues son los grupos con menos recursos los más vulnerables ante una situación como la que estamos viviendo», ha añadido el coautor de la investigación.
ROL FUNDAMENTAL DE LAS ENTIDADES QUE COMBATEN LA POBREZA INFANTIL
El informe pone énfasis en el rol «fundamental» que tienen las entidades que combaten la pobreza infantil y recomienda fortalecer las redes de estas entidades con «más apoyo, mejor financiación y mayor reconocimiento».
En este contexto, Cortiñas ha subrayado «la lección de buen hacer» que están dando reforzando su atención a los más vulnerables en los últimos meses.
En el apartado de buenas prácticas, el estudio pone de relieve el programa ‘CaixaProinfancia’ de la Fundación «la Caixa», que promueve el desarrollo social y educativo de menores en situación de pobreza y que, desde su creación en 2007, ha atendido más de 300.000 niños y niñas, destinando más de 400 millones de euros a la lucha contra la pobreza infantil.
«Sería muy importante reforzar las redes de entidades que luchan contra la pobreza infantil, como Cáritas o la fundación «la Caixa», que tienen un papel fundamental, ya que llevan a cabo inversiones en áreas en que la ayuda se hace imprescindible, con una eficiencia de gasto del 100%», ha sugerido Cortiñas.
Otras entidades destacadas en el informe por su compromiso en la lucha contra la pobreza son las ONG Ayuda en Acción y Aldeas Infantiles, que en 2018 ayudaron a más de 100.000 menores a tener una educación de calidad.
Igualmente, el informe de la UNED remarca la labor de la fundación del Real Madrid, en favor de la inclusión deportiva; la de la fundación Barrié, que combate el abandono escolar en Galicia, la fundación ANAR, con su línea telefónica gratuita y confidencial de ayuda a los menores en riesgo; o la fundación Carrefour, con su apoyo a la parálisis cerebral.
Entre las recomendaciones para reducir la cifra de pobreza, el estudio sugiere reorientar las políticas de bienestar buscando la inversión en políticas de familia e infancia para dotarlas de mayor protección; la mejora de las prestaciones para ayudas en vivienda; y el reforzamiento de los servicios sociales que favorezcan la conciliación familiar.
El informe de la UNED recuerda que la reducción de la pobreza «es imprescindible» y el «principal reto» de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030, dentro de los cuales también se incluye la implementación de sistemas y medidas de protección social para lograr una amplia cobertura de las personas más vulnerables.
En este sentido, el estudio remarca que la Unión Europea «sigue de cerca» la evolución de la pobreza infantil y la desigualdad en Europa y que algunas de las últimas recomendaciones a los estados miembros son que revisen la financiación de los servicios destinados a la protección de la infancia, educación, servicios sociales y protección social; o que se mejoren los servicios de protección a la infancia teniendo en cuenta las situaciones de vulnerabilidad.