El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, alaba el papel de José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno, el referente actual del PSOE y el único miembro del Foro de Puebla que no exige la entrega y publicación de las actas de las elecciones del pasado 28-J en Venezuela.
El PSOE vuelve a mostrar un nuevo cambio de opinión a la hora de condenar el régimen dictatorial de Nicolás Maduro. En 2018 refrendó la victoria de Juan Guaidó, pero en 2024 muestra un silencio cómplice con la narcodictadura y sin reconocer la victoria aplastante de la oposición de Edmundo González y María Corina Machado, una postura que asombra a los venezolanos llegados a España.
Lejos de denunciar el secuestro y encarcelamiento de más de 2.000 opositores, la muerte a tiros de 25 personas y decenas de desaparecidos, Albares ha optado por apreciar la labor de José Luis Rodríguez Zapatero, callado desde el día de las elecciones de Venezuela ante el flagrante pucherazo cometido por Nicolás Maduro.
El exsecretario general del PSOE fue a Venezuela a supervisar el proceso como observador internacional, pero lo único que ha trascendido es que pidió al Foro de Puebla que no exigiera la publicación de las actas electorales, a pesar del clamoroso incumplimiento de la Constitución y de las leyes electorales del país. Según la normativa, el Consejo Nacional Electoral, presidido por Félix Amoroso, tiene un plazo máximo de 48 horas para hacer públicas dichas actas y un mes desde la celebración de los comicios para publicarlo en el BOE venezolano.
Lo dramático del régimen es haber dado solo seis cifras de los comicios -votos y porcentajes- para proclamar a Maduro como presidente, todo ello con un primer escrutinio del 80% y otro del 96%, fuera del plazo estipulado. El régimen se inventó y culpó a la oposición de Machado y González de un supuesto ataque cibernético perpetrado desde Macedonia del Norte. Desde entonces no se han vuelto a ofrecer los datos pese a que las máquinas de votación dieron decenas de copias para poder contabilizar los votos.
MADURO, EL TIRANO QUE NO RECONOCE LA DERROTA
Amoroso no ha dado la solución de volver a contar los votos y entregó un informe de tres páginas al Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el chavismo como pasa también con la CNE, para apuntar directamente a la oposición. Los jueces de la Sala Electoral, dirigidos por una conocida candidata chavista, no pidieron el recuento ni las actas, una muestra más de cómo Venezuela se adentra en el oscuro camino de la dictadura, como pasó con Cuba y los Castro.
Lejos de defender a los venezolanos del tirano Maduro, Albares prefiere lanzarse al contraataque contra el PP por exigir que el Gobierno reconozca de una vez que la oposición ganó los comicios. Albares se queja de que los ‘populares’ hablen más de Zapatero que del pueblo venezolano, pero tampoco ningún miembro del Gobierno ha apoyado las masivas manifestaciones de los venezolanos ni en Madrid ni en Caracas. Y este sábado tiene una nueva oportunidad para escoger qué hacer.
Para Albares, debe respetarse «la voluntad democrática de los venezolanos», pero también «los derechos de todos los líderes políticos», sin referirse a nadie en concreto. Para Albares, el clamoroso fraude electoral, desmontado de forma matemática con la primera hornada de datos, es una «crisis» que debe solucionarse mediante el «diálogo», es decir, que si un partido se aferra al poder una vez que ha perdido las elecciones, la solución pasa por el diálogo en vez de la crítica y la defensa de quienes les han usurpado el poder y la esperanza de libertad, como es el caso de la Venezuela de Maduro.
EL SILENCIO DEL GOBIERNO ANTE EL PAPEL DE ZAPATERO EN VENEZUELA
Asimismo, pide «responsabilidad y la prudencia se sume a ayudar al Gobierno en esa tarea», mientras países como Chile, EE UU y Argentina han mostrado una visión más dura, hasta el punto de expulsar a los embajadores y personal del país. Albares se niega así a responder sobre si tiene contacto con Zapatero, a pesar de su deber de defender los derechos fundamentales y libertades, así como los intereses españoles. «No desvelo los contactos que uno tiene o no tiene, ni voy a hablar en nombre del presidente Zapatero», ha zanjado. No obstante, su deber es también informar a la ciudadanía sobre su actividad.
El PP apunta a Zapatero como el verdadero ministro de Exteriores del Ejecutivo, más cuando su labor no solo no es desautorizada, sino aplaudida. No obstante, Zapatero muestra «esa connivencia con el régimen de Maduro». Asimismo, también exigen explicaciones sobre quién paga los viajes y la estancia de Zapatero en Venezuela, más cuando «lleva años» desarrollando esta actividad.
Desde Vox indican que Zapatero es «colaborador con la dictadura de Maduro» y centra la atención sobre el caso Delcy Rodríguez, vicepresidenta chavista y con la entrada prohibida en Europa, a excepción de España, donde aterrizó con una serie de maletas cuyo contenido no pasó por aduanas ni controles. Ante esta falta de respuestas, el PP ha apuntado a posibles sanciones económicas y personales contra los dirigentes torturadores, sino también contra sus familiares que viven en España y están blanqueando sus dólares.
