El grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Barcelona ha alzado la voz en señal de protesta tras la celebración del acto del expresidente catalán Carles Puigdemont en el paseo Lluís Companys de la capital catalana. La formación política ha exigido explicaciones al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, por la autorización otorgada por el consistorio para la realización del evento, que consideran una afrenta a la justicia y un desprestigio para la imagen de la ciudad.
La polémica se centra en la figura de Puigdemont, fugado de la justicia española y procesado por rebelión a raíz de su papel en el proceso independentista catalán de 2017. Vox considera inadmisible que el Ayuntamiento, en lugar de colaborar con la justicia, facilite plataformas públicas a aquellos que han desafiado el orden constitucional.
Críticas a la gestión de la seguridad y la imagen de Barcelona
Uno de los puntos más controvertidos para Vox reside en el dispositivo de seguridad desplegado durante el acto. En este sentido, la formación ha solicitado al alcalde que detalle el papel desempeñado por la Guardia Urbana de Barcelona en coordinación con los Mossos d’Esquadra. Gonzalo de Oro, líder de Vox en el Ayuntamiento, ha calificado de «vergüenza» y «tomadura de pelo» que se permitiera a Puigdemont realizar un mitin a escasos metros del Palacio de Justicia, con toda la infraestructura propia de un evento político de gran envergadura.
Las críticas de Vox se extienden a la imagen que se proyecta de Barcelona a nivel internacional. Desde su punto de vista, permitir que un «delincuente fugado de la justicia» realice actos públicos con total libertad e impunidad transmite una imagen de descontrol y falta de respeto a la ley. Esta percepción, argumentan, podría generar un efecto llamada para organizaciones criminales, que verían en Barcelona un terreno abonado para sus actividades ilícitas.
La seguridad y la imagen de Barcelona en entredicho
La polémica suscitada por el acto de Puigdemont pone de manifiesto la complejidad de la situación política en Cataluña y sus repercusiones en la gestión municipal de Barcelona. Para Vox, la permisividad del Ayuntamiento con el independentismo no solo representa una afrenta al Estado de Derecho, sino que también daña la imagen de la ciudad y pone en riesgo la seguridad de sus ciudadanos.
El partido ha exigido al gobierno municipal que asuma su responsabilidad en este asunto y tome medidas para evitar que se repitan situaciones similares en el futuro. El debate sobre la gestión de la seguridad y la proyección internacional de Barcelona continuará en el centro del debate político de la ciudad.
