El PSOE moviliza a sus más fervientes activistas para vender las bondades y ventajas del acuerdo de ERC con el PSC para conseguir la investidura de Salvador Illa. Decenas de artículos ponen en relieve la buena nueva para los socialistas, que consiguen conquistar su auténtico granero de votos, Cataluña con un discurso más propio del independentismo. No obstante, los críticos a este movimiento alzan aún más la voz si cabe y muestran el error histórico del PSOE a la hora de pactar con el separatismo, a pesar de la falta de arrepentimiento.
En el PSOE están más preocupados en vender la «vuelta a la normalidad» en Cataluña que de los movimientos de Nicolás Maduro en Venezuela, a quien instan únicamente a mostrar actas tras una semana de la celebración de elecciones presidenciales. No hay crítica al movimiento del líder bolivariano y sí alabanzas a un nuevo cambio de ciclo en Cataluña, para el que se necesitan tres pasos cruciales: cambiar el Estatuto de Autonomía de Cataluña, la Constitución y la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas.
Pero nada de esto se difunden en las decenas de artículos firmados por afines a Pedro Sánchez -que no al PSOE- para no despertar los recelos y abrir el debate. Algunas de estas firmas esconden su pasado en el PSC a la hora de describirse, como hace Josep Ramoneda.
Las Juventudes de ERC avalan el pacto y las alabanzas se dirigen también a los republicanos de Marta Rovira y Oriol Junqueras. Ramoneda muestra su condescendencia con los republicanos ante la «difícil» autocrítica y reconocer «que se acabó un tiempo, cuando uno —en este caso Puigdemont— ha creído que era el suyo y ha llegado la hora de pasar página».
ESPAÑA EN MANOS DE 500 VOTANTES, PERO LOS ACÓLITOS APLAUDEN
A pesar de la ajustada votación y que toda España quede en manos de apenas 500 militantes independentistas, el también filósofo y escritor afirma que la decisión de 4.800 militantes es ni más ni menos que «crucial», mientras afirma que la dirección del partido le ha dejado entre la espada y la pared.
«Si sale mal, que sea por culpa de las bases», apuntó en una opinión en El País. Acto seguido, afirma que los de Rovira y Junqueras han tomado una decisión «arriesgada en un momento de cierta convulsión interna después de que el contexto no les permitiera
capitalizar la gestión de la Generalitat en minoría». Es decir, el pacto serviría para la normalidad, como lo fueron los indultos y la amnistía, pero aún así ERC pisa en un terreno empantanado.
Otras voces apuntan directamente a Carles Puigdemont como el foco de todos los males, pero nada más lejos. El líder de Junts puede caer mejor o peor, pero si de algo no se le puede achacar es de su cabezonería a la hora de impedir un pacto que atenta contra los intereses de los independentistas. De hecho, por primera vez en siete años, el líder del núcleo duro del bloque separatista estudia la forma de venir a España –la opción del aire está completamente descartada, como la del barco, siempre y cuando no suba como polizón-.
LA ESCASA CREDIBILIDAD DEL PSOE: CUÁNDO SE HARÁ EL REFERÉNDUM
Puigdemont llegará al Parlament para votar su rechazo a la investidura de Salvador Illa, un movimiento que se esperaba para las elecciones del 12-M. El expresidente de la Generalitat es el único candidato independentista sin su asiento y tratará de hacer valer sus votos en la Cámara Catalana, aunque sea desde la cárcel. Por ahora, además, se ha quedado sin su amnistía.
Con todo, los críticos levantan la voz contra el PSOE por abandonar sus posiciones históricas y emprender un nuevo rumbo que provocaría un nuevo choque de trenes en el Estado, Congreso y tribunales. Es la llegada del denominado ‘procés español’, que pondrá el nacionalismo autonómico o regional en el foco para conseguir el objetivo de una España federal.
Los críticos desconfían seriamente del PSOE ante los reiterados incumplimientos y líneas rojas marcados y defendidos en el pasado. «No se pactaba con Podemos, y se hizo; no se llegaba a acuerdos con Bildu o el BNG, y se hicieron. No se legitimaba a ETA y poco menos que Otegi es un hombre de paz», destacan las fuentes consultadas. Las críticas arrecian con los indultos, la amnistía y el posible referéndum. Hasta ahora, los socialistas reniegan de la consulta, pero también lo hicieron con el resto de pactos alcanzados. «Qué credibilidad tienen», reflexionan.
PSC Y PSOE RESUCITAN AL INDEPENDENTISMO
Este temor también lo expresa Jordi Sevilla, exministro y expresidente de Red Eléctrica. «¿Cómo creernos, después de esto, que no habrá un referéndum de independencia en Cataluña? ¿de qué sirve lo dicho por los responsables socialistas si se lo lleva el viento? y las escasas explicaciones que se han dado», ha cargado el histórico socialista.
Mientras la rama más españolista del PSC aplaude a rabiar, como Ramoneda, Sevilla advierte que «se refuerza al independentismo cuando peor lo tienen en las urnas». En este sentido, considera que el PSC y el PSOE lanzan un salvavidas a los republicanos al convertir sus «derrotas electorales en victorias políticas».
Al mismo tiempo, indica que todo lo negado por el PSOE desde el inicio de la Democracia y por el propio Gobierno de Pedro Sánchez se ha hecho ahora realidad con el pacto entre ERC y el PSC. «Es una ruptura total» con lo aprobado hasta ahora por el PSOE en sus Congresos «y en la famosa Declaración de Granada», ha destacado. En ese documento se rechazó expresamente una financiación basada en los privilegios. Todo ello por una investidura que nace débil y maniatada y con un coste político elevado, especialmente en el resto de España.