La semana pasada, los datos de empleo mucho peor de lo esperado en Estados Unidos han generado un tono mucho más negativo en las expectativas del mercado respecto a la evolución de la economía estadounidense en la segunda mitad del año, incluyendo la posibilidad de una recesión. Este escenario ha arrastrado este lunes a las bolsas mundiales, provocando una apertura significativamente bajista de los principales índices de Wall Street.
La Reacción de la Reserva Federal
Los grandes bancos estadounidenses han respondido con fuertes descensos ante la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) reaccione con bajadas de tipos más agresivas al enfriamiento de la actividad. El consenso del mercado apunta ahora con una probabilidad del 98,50% a un recorte de tipos de 50 puntos básicos en septiembre, el doble de lo previsto hace una semana, y anticipa un ritmo más rápido de bajadas el resto del año.
La respuesta de la Fed estará determinada por el grado en que se materialicen los riesgos a la baja para la economía real y si la fuerte ola de ventas en los mercados financieros «hace que algo se rompa», lo que crearía un ciclo de retroalimentación a través de condiciones crediticias más restrictivas. Según el experto, la Fed ahora recortará 25 puntos básicos en cada una de sus tres reuniones restantes este año, con la posibilidad de un ajuste mayor si los mercados siguen descontando un recorte de 50 puntos básicos en septiembre.
El Impacto en los Mercados Mundiales
Los índices estadounidenses confirmaban así el ‘lunes negro’ de los mercados de todo el mundo, después de que el selectivo Nikkei 225 de la Bolsa de Tokio cerrase la sesión con un retroceso del 12,40% en su peor jornada desde octubre de 1987. En los mercados del Viejo Continente, las pérdidas generalizadas oscilan alrededor del 3% en los diferentes parqués europeos.
El mercado japonés acumula tres sesiones consecutivas en rojo tras la decisión del Banco de Japón de reanudar las subidas de tipos y anunciar una reducción de los estímulos monetarios, lo que se ha traducido en un fortalecimiento del yen, que ante la debilidad de la economía estadounidense podría lastrar las exportaciones de las empresas niponas. Además, el resto de los principales mercados asiáticos también registraba caídas significativas en la sesión ante el temor de un debilitamiento mayor de lo esperado de la economía estadounidense.