La deforestación es uno de los principales problemas ambientales a los que se enfrenta nuestro planeta en la actualidad. Esta práctica destructiva no solo tiene un impacto negativo en el clima y la biodiversidad, sino que también vulnera los derechos humanos de las comunidades indígenas que habitan estos ecosistemas. En España, organizaciones ecologistas agrupadas en la Alianza Cero Deforestación llevan años trabajando para lograr que la economía europea deje de contribuir a la deforestación a nivel mundial, y ahora urgen al gobierno a tramitar la Ley de productos libres de deforestación.
Esta ley es crucial para asegurar la correcta aplicación del Reglamento Europeo contra la Deforestación Importada (Reglamento EUDR 2023/1115), que si bien es de aplicación directa, requiere que su régimen sancionador sea recogido en una ley de carácter estatal. La Alianza Cero Deforestación ha presentado alegaciones para mejorar esta ley, buscando concretar medidas y evitar cualquier incertidumbre en cuanto a los productos y protocolos de actuación.
LA IMPORTANCIA DE LA LEY DE PRODUCTOS LIBRES DE DEFORESTACIÓN
La Ley de productos libres de deforestación es fundamental para abordar la crisis climática y de biodiversidad que enfrentamos. Esta ley debe detallar las competencias de los diferentes niveles de la administración en España, incluyendo los sistemas de información, los planes de control e inspección y el intercambio de información entre ellas y con sus homólogos europeos.
Uno de los aspectos clave de esta ley es la ampliación del Reglamento EUDR más allá de los productos inicialmente contemplados, como la soja, el aceite de palma, el cacao, el café, el caucho, la madera y el ganado vacuno. La Alianza Cero Deforestación insiste en que la ley debe incluir otros productos, como la ganadería, que hayan sido alimentados con alguno de estos productos.
Además, la tramitación de esta ley en el Congreso y el Senado debe ser rápida y exenta de polémicas y enfrentamientos partidistas, ya que está en juego una de las medidas más importantes para frenar la deforestación de los ecosistemas más biodiversos del planeta: las selvas tropicales y ecuatoriales. Detener esta pérdida forestal es imprescindible para hacer frente a la crisis climática y a la extinción masiva de biodiversidad, dos caras de la misma moneda.
EL REGLAMENTO EUROPEO CONTRA LA DEFORESTACIÓN IMPORTADA
El Reglamento EUDR 2023/1115, aprobado con una amplia mayoría en las instituciones comunitarias y con un gran apoyo de la sociedad civil, es una ley europea de obligado cumplimiento. Este reglamento, si bien es de aplicación directa, requiere que su régimen sancionador sea recogido en una ley de carácter estatal.
La Alianza Cero Deforestación ha destacado la importancia de esta ley para detallar las competencias de los diferentes niveles de la administración en España, así como los sistemas de información, los planes de control e inspección y el intercambio de información entre ellas y con sus homólogos europeos.
Asimismo, la Alianza ha presentado alegaciones para mejorar la ley, buscando concretar medidas y evitar cualquier incertidumbre en cuanto a los productos y protocolos de actuación. Esto es crucial, ya que el Reglamento EUDR es una herramienta fundamental para frenar la deforestación y la vulneración de los derechos humanos de las comunidades indígenas que habitan estos ecosistemas.
EL PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS
Las organizaciones ecologistas agrupadas en la Alianza Cero Deforestación, como Amigos de La Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, han desempeñado un papel fundamental en la lucha contra la deforestación importada en España.
Estas organizaciones han alertado sobre el tiempo que corre en contra para la adopción de todas las disposiciones que permitan la correcta aplicación a tiempo del Reglamento EUDR. Además, han presentado alegaciones para mejorar la Ley de productos libres de deforestación, buscando concretar medidas y evitar cualquier incertidumbre en cuanto a los productos y protocolos de actuación.
La Alianza Cero Deforestación ha sido clara en su llamamiento a la responsabilidad del Gobierno y de los grupos parlamentarios en el Congreso y el Senado, recalcando que la tramitación de esta ley debería ser rápida y exenta de polémicas y enfrentamientos partidistas, ya que lo que está en juego es una de las medidas más importantes para frenar la deforestación y hacer frente a la crisis climática y de biodiversidad.