El Vaticano ha dado a conocer el balance financiero de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) correspondiente al año 2023. Esta entidad, encargada de gestionar las propiedades y fondos del pequeño Estado, ha logrado unos beneficios de 45,9 millones de euros, lo que le ha permitido contribuir con 37,9 millones a la misión del Papa y aumentar su patrimonio en 7,9 millones.
Estos resultados, según ha explicado el presidente de la APSA, el arzobispo salesiano Giordano Piccinotti, se han conseguido con la convicción de tener que trabajar constantemente para aumentar los ingresos y cubrir los gastos, sin afectar al patrimonio de la Santa Sede y sin prever la venta de propiedades inmuebles institucionales.
Gestión de valores y fondos
La gestión del patrimonio de los fondos por parte de la APSA durante el ejercicio 2023 arroja un excedente económico de 27,6 millones de euros. Esta gestión se realizó, según ha informado el Vaticano, persiguiendo fines no especulativos, de bajo riesgo y de probado impacto social, de acuerdo con la Doctrina Social de la Iglesia.
La Administración invirtió sus fondos en valores internacionales, títulos de renta fija y otras actividades financieras. Además, proporcionó asesoramiento, soluciones financieras y acceso a los mercados de capitales a diversos Dicasterios de la Curia y otros órganos de la Santa Sede, con el objetivo de diversificar las inversiones y repartir el riesgo, generando el mejor rendimiento posible dentro del mandato del Comité de Inversiones.
La política de inversiones se caracterizó por un correcto equilibrio entre el riesgo y la rentabilidad a medio y largo plazo. En 2023, en un contexto de coyuntura económica aún incierta, se privilegió un enfoque más defensivo, con una exposición limitada al mercado accionario, un vencimiento medio reducido del segmento de obligaciones de unos cuatro años y un alto ratio de liquidez como precaución (en torno al 50%).
Gestión inmobiliaria
La APSA también gestiona de forma directa o a través de sociedades de su entera propiedad más de 5.000 unidades inmobiliarias, tanto en Italia como en el extranjero. En Italia, administra 4.249 unidades, de las cuales el 92% está en la provincia de Roma, con una mayor concentración en las zonas inmediatamente adyacentes al Estado de la Ciudad del Vaticano.
Según el balance, la gestión inmobiliaria arroja un superávit de 35 millones de euros, frente a unos ingresos de explotación de 73,6 millones de euros. La APSA ha destacado el empeño por lograr cada vez mejores resultados, adaptando las herramientas tecnológicas en uso y colaborando con profesionales del sector para reducir el tiempo entre la oferta de los inmuebles y su posterior alquiler.
Además, la Administración ha reescrito y completado el nuevo Reglamento de Arrendamientos, redefiniendo todas las condiciones que establecen el comportamiento mutuo y las responsabilidades hacia los usuarios. También se ha revisado el algoritmo de cálculo del Fair Value (Valor Razonable) para obtener valores de tasación más precisos y actuales. El 19,2% de los inmuebles de APSA se alquilan con rentas libres de mercado, el 10,4% con rentas subvencionadas y el 70,4% con rentas cero.
Mirando hacia el futuro
Más allá de las actividades ordinarias, la APSA también planifica y lleva a cabo iniciativas de mejora en cumplimiento de los valores éticos de la Iglesia. En 2023, se ha seguido implementando el «programa de gestión en uso para el área inmobiliaria», se ha adecuado a las normas previstas por el Nuevo Código de Adquisiciones y se ha definido y entrado en vigor el nuevo texto único del Reglamento de Arrendamientos.
Según el presidente Piccinotti, en los próximos años, la APSA emprenderá un camino de ajuste del número de recursos para hacer frente con eficacia a las nuevas responsabilidades administrativas, ya que se le ha encomendado la gestión de bienes inmuebles por parte de otras entidades de la Santa Sede.
