Goyache Goñi ocultó detalles al claustro de la Complutense antes de hablar ante el juez Peinado

El rector de la Complutense, Joaquín Goyache Goñi, ha intentado por activa y por pasiva zafarse del caso Begoña Gómez. No obstante, las mentiras suelen tener las patas muy cortas. Hace apenas mes y medio, afirmó que la Universidad Complutense no había sufragado ni un euro de la plataforma de la cátedra extraordinaria dirigida por la mujer del presidente del Gobierno, como también afirmó que fue la Comisión Mixta de los propios estudios -formada por la Fundación La Caixa, Reale Seguros y el entonces vicerrector, Juan Carlos Doadrio-. Asimismo, aseguró que no sabía quién se encargó de la aportación económica, que acabó en las cuentas de la Complutense.

La declaración ante el magistrado del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, dista y mucho de sus declaraciones, algunas de ellas en tono «chulesco», como ocurrió en su bronca con el decano de la Facultad de Ciencias de la Información, Clemente Jiménez, a quien apenas dejó hablar tras soltarle la delicada situación a la que se enfrenta la Complutense al tener un rector bajo sospecha.

Poco le importó de dónde salió el dinero aportado para la plataforma de la cátedra extraordinaria afirmó ante el claustro. Tampoco comentó el registro de la marca de la plataforma ni las páginas web, que solo se diferenciaban de las registradas por la Complutense por la extensión de las mismas. Ambas webs se registraron el mismo día, pero para el rector era un detalle menor que no mereció comentario alguno ante su claustro.

Tampoco comentó a los decanos y profesores quien dio la orden de crear la cátedra extraordinaria de la Complutense para colocar después a Begoña Gómez al frente de la misma. Los responsables de la comisión mixta de estos estudios contradicen su versión con un clarividente: «Tenía la orden del rector», tal y como ha detallado Juan Carlos Doadrio ante el juez Peinado.

Asimismo, ante sus profesores y decanos, el rector de la Complutense afirmó que el software de que trajo Begoña Gómez «no se hizo con dinero» de la Universidad, pero la realidad es que las facturas y el concurso público de la Escuela de Gobierno, con un montante total de más de 98.000 euros, salieron de las arcas pública del centro. De hecho, es ahora cuando la Complutense ha cambiado de estrategia y pide al juez Peinado investigar si la esposa del presidente del Gobierno cometió presuntamente un delito de apropiación indebida.

Entre esas facturas había una de 24.200 euros para abonar parte del software vinculado a la cátedra extraordinaria. Ante el claustro, el rector evitó dar explicaciones de este montante, pero ante el juez Peinado admitió que hubo un informe negativo de Transformación Social Competitiva que lidera Begoña Gómez. Tras afirmar que no sabía quién había abonado el coste, ante el juez Peinado afirmó que se abonó con fondos de la cátedra extraordinaria, aunque aclaró que era dinero procedente de los patrocinadores, aunque la gestión era pública.

Asimismo, admitió que Begoña Gómez firmó los pliegos de la licitación del software, pero que no los había redactado ella, sino un experto en la materia, una anomalía más en este caso en el que se investiga a la mujer del presidente del Gobierno por haber comentido presuntamente tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

DE NO IMPORTARLE EL DINERO A TENER QUE RENDIR CUENTAS

Begoña Gómez trajo bajo el brazo un software valorado en 150.000 euros, desarrollado de forma altruista por Indra, Telefónica y Google. Tras el rechazo de las empresas a continuar con el proyecto, la esposa de Pedro Sánchez redactó los pliegos para el concurso público que acabó en manos de Deloitte por un importe total de 60.500 euros.

Sin embargo, Goyache Goñi insistió: «Ese software no se hizo con dinero de la Universidad Complutense, se hizo con el dinero de la cátedra que tuviera que pagar el que sea, que no lo sé ni me importa», afirmó en el auditorio. Todo ello, para asegurar después que revisaría la regulación de las cátedras extraordinarias para evitar que volviera a suceder en el futuro. No obstante, el rector de la Complutense hizo algo único con los estudios que impartía y dirigía Begoña Gómez. Es la primera vez que se concede una dirección de una cátedra extraordinaria a una persona sin licenciatura y solo en base a su experiencia.

Pero no es la única anomalía cometida por Goyache Goñi. También era la primera vez que intervenía el rector de la Complutense en la creación de una cátedra extraordinaria sin que sea él el proponente de la misma. Según afirmó ante el juez Peinado, fue una llamada de la secretaria de Begoña Gómez la que desató todo el embrollo. Goyache Goñi se reunió en La Moncloa pocos días después, el 20 de julio de 2020 para anunciar la creación de la misma apenas dos meses después.

Todo tras haber sido reelegido rector el 29 de mayo de ese mismo año. La gran cuestión es si el rector se hubiera reunido con otra persona en su propio domicilio si no hubiera sido la mujer del presidente del Gobierno.

Begoña Gómez y el rector de la Complutense en unos cursos de verano en El Escorial
Begoña Gómez y el rector de la Complutense en unos cursos de verano en El Escorial

Goyache Goñi afirmó que el actual vicerrector de la Complutense está trabajando para mejorar el reglamento de las cátedras extraordinarias, como si no tuviera responsabilidad alguna en el caso pese a pasar de testigo a investigado.

UNA CRONOLOGÍA QUE DEJA AL RECTOR EN MAL LUGAR

Todo ello pasó antes de que la Universidad Complutense de Madrid (UCM) pusiera el foco sobre Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y de su gestión al frente de la cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva como directora de la misma.

De hecho, la UCM acudió el 5 de junio de 2023 al Registro de la Propiedad Intelectual para «conocer los asientos registrales que pudieran existir a nombre de Begoña Gómez», pero no llegó a materializarlo. Dos días después, se acercó al Registro de Patentes y Marcas, encontrando dos a nombre de la mujer de Pedro Sánchez. Esa circunstancia consta en la auditoría interna de la propia UCM y fue entregada al juez que instruye la causa contra Gómez el 1 de julio de 2024, meses después de que se iniciara.

La misma Universidad citó a Begoña Gómez el día 4 de julio de 2024, tres días después de haber entregado ese dossier al juez, para que «diera cuenta de dos facturas» relacionadas con la cátedra que le concedió y de la que Gómez era directora.

LA COMPLUTENSE ABANDONA A BEGOÑA GÓMEZ

En concreto, querían discutir sobre la Cátedra de Transformación Social Competitiva, aprobada en octubre de 2020 por un periodo de cuatro años. Pero Begoña Gómez excusó no poder acudir a la cita por «motivos personales». El 5 de julio sí compareció ante el juez Peinado, de Instrucción número 41 de Madrid, acusada de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, pero no declaró alegando que no había recibido toda la documentación del caso, en concreto la última ampliación de una querella contra ella de la organización Hazte Oír.

WhatsApp Image 2024 07 22 at 15.45.26 Moncloa
La petición de la UCM al registro de propiedad intelectual.

Este informe ya ha provocado que el juez explore la posibilidad de investigar a Gómez por apropiación indebida, algo no tan descabellado pues el asunto del citado documento elaborado por el Letrado de la Universidad Complutense tiene por objeto la «posible apropiación indebida de propiedad de la Universidad Complutense de Madrid (software-Plataforma electrónica)».

Los gastos están recogidos en tres partidas de 24.200 euros, 18.148,79 euros y 60.500 euros. En total 98.848,79 euros, cuya responsabilidad se ve incapaz de acotar el Letrado de la UCM por «la falta de cooperación de determinados participantes en relación a los hechos y afectados por la cuestión». Entre ellos, la propia Begoña Gómez, que el 12 de junio respondió a la UCM que estaba recabando información, que a 1 de julio no había proporcionado todavía.

Con todo, Goyache Goñi tendrá que dar su versión ante el juez, si bien esta vez puede acogerse a su derecho a no declarar, más con la existencia de tantas contradicciones y algunos indicios que le ponen en el punto de mira. Mientras, la Complutense ve su imagen dañada.